Ayer, la provincia de Guadalajara experimentó un nuevo episodio de problemas en el servicio de emergencias médicas. En esta ocasión, la localidad de Torremocha del Campo se vio afectada por la falta de una UVI móvil operativa. La situación generó inquietud entre los habitantes y reavivó el debate sobre la disponibilidad y eficiencia de los servicios de emergencia en zonas rurales de Castilla-La Mancha.
Este incidente es un reflejo de una preocupación recurrente en la región, donde varias localidades han denunciado carencias similares en momentos críticos. La falta de recursos médicos de emergencia pone en riesgo la salud de los ciudadanos, obligando en algunas ocasiones a esperar más tiempo del deseado para recibir atención.
La problemática no es nueva y ha sido motivo de discusión en distintas plataformas y foros regionales. Las autoridades locales y organizaciones como UGT Castilla-La Mancha han hecho eco de estas situaciones en un intento de promover una mejora en la disponibilidad y prestación de los servicios de atención médica urgente.
Es de esperar que este nuevo incidente impulse una revisión de la infraestructura sanitaria en las zonas rurales de Guadalajara, donde la dispersión geográfica y la accesibilidad juegan en contra de la efectividad de los servicios de salud pública.
Fuente: UGT Castilla-La Mancha