En un giro significativo hacia la defensa de la libertad religiosa, la administración estadounidense ha anunciado la creación de la Comisión de Libertad Religiosa, una iniciativa que busca resguardar y promover las protecciones históricas que salvaguardan este derecho fundamental bajo la ley federal. Este anuncio coincide con las crecientes preocupaciones sobre la erosión de estas libertades en diversas jurisdicciones del país.
La Comisión estará compuesta por hasta 14 miembros designados por el presidente, quienes serán elegidos para representar diversas perspectivas de la sociedad, incluidos sectores privados, comunidades religiosas y educativas, así como representantes de los estados. El objetivo es proporcionar asesoría sobre cómo el gobierno federal puede proteger la libertad religiosa para todos los ciudadanos. Además, la comisión dispondrá de miembros ex officio como el Fiscal General y el Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano.
El presidente enmarcó la importancia de la libertad religiosa al recordar que esta no solo es un pilar de la democracia estadounidense, sino también una necesidad básica que permite a los individuos ejercer su fe sin miedo a represalias o discriminación por parte del Estado. Resaltó cómo muchos de los primeros colonos que llegaron a América huyeron de la persecución religiosa en Europa, buscando un lugar donde pudieran practicar su fe en libertad.
A pesar de las sólidas garantías que brinda la Primera Enmienda, el actual entorno político ha visto la aparición de políticas locales y estatales que amenazan esta tradición. Según el anuncio, estas medidas han buscado socavar protecciones de conciencia, limitar la elección educativa de los padres y excluir a instituciones religiosas de programas gubernamentales. En respuesta, se enfatiza la necesidad de reavivar el compromiso con la libertad religiosa y educar al público sobre el valor de esta componente esencial de la sociedad civil.
La Comisión de Libertad Religiosa también se encargará de elaborar un informe exhaustivo sobre los fundamentos de la libertad religiosa en Estados Unidos, incluyendo un análisis sobre el impacto que ha tenido en la sociedad y los desafíos actuales que enfrenta. Los temas a tratar incluirán las libertades de los líderes religiosos, la protección de los derechos de los padres en la educación de sus hijos y la posibilidad de que haya espacios para la oración voluntaria en escuelas públicas.
El compromiso de esta nueva entidad subraya la importancia que la administración le otorga a la diversidad de creencias en un contexto democrático, mientras que se exploran acciones ejecutivas y legislativas para reforzar estos derechos. Los miembros de la Comisión servirán sin compensación y podrán recibir reembolsos por sus gastos, asegurando así que la dedicación a esta causa no se vea obstaculizada por limitaciones financieras.
La creación de la Comisión se establece en un marco temporal que culminará el 4 de julio de 2026, coincidiendo con el 250 aniversario de la independencia estadounidense, lo que sugiere un profundo simbolismo y propósito en la lucha por la libertad religiosa. Los costos operativos serán cubiertos por el Departamento de Justicia, consolidando así el compromiso gubernamental de proteger y promover la diversidad religiosa en el país.
Con esta iniciativa, la administración busca reafirmar que la libertad religiosa no solo es un derecho, sino una parte integral de la identidad nacional, invitando a todos los ciudadanos a involucrarse y recordar el legado de la libertad que ha sido fundamental en los valores de la nación.
Fuente: WhiteHouse.gov