La vicepresidenta del Real Instituto Elcano, María Dolores de Cospedal, ha expresado en el XXXVII Seminario de Seguridad y Defensa, celebrado en Toledo, su opinión sobre las reticencias del Gobierno de España para incrementar el gasto en la OTAN. Según Cospedal, esta situación se debe a una coyuntura política interna caracterizada por «la imposibilidad de alcanzar un acuerdo parlamentario» en el Congreso de los Diputados.
Cospedal enfatizó que, en lugar de enfocarse en alcanzar un objetivo específico como el 5% en una década, lo que realmente importa es la actitud del Gobierno ante el compromiso de defensa. La exministra de Defensa y expresidenta de Castilla-La Mancha subrayó que el actual Ejecutivo, liderado por Pedro Sánchez, se encuentra condicionado por el previsible bloqueo parlamentario.
Durante su intervención, Cospedal también afirmó su confianza en que todos los estados miembros de la OTAN cumplirán con su compromiso de incrementar el gasto, asegurando que «lo que está escrito, escrito está», a pesar de las declaraciones realizadas. Además, destacó la necesidad de considerar este aumento como una inversión para defender el sistema de defensa y posicionar a Europa como un actor global con influencia en el escenario internacional.
La vicepresidenta del Real Instituto Elcano propuso que es fundamental evaluar las amenazas que enfrenta Europa y los recursos necesarios para hacerles frente. Abogó por implementar «una política industrial real» que supere los «egoísmos nacionales» para desarrollar una industria de defensa fuerte en el continente.
Cospedal también resaltó dos oportunidades actuales: la creciente demanda interna de la industria de defensa estadounidense, que impulsa a Europa a desarrollar su propia capacidad, y el cambio en la actitud hacia el gasto público, incluyendo la posibilidad de extraer el gasto en defensa del déficit y alentar al Banco Europeo de Inversiones a financiar proyectos relacionados con la defensa.
En la mesa de discusión, Cospedal compartió el foro con Margaritis Schinas, exvicepresidente de la Comisión Europea, y Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas. Schinas respaldó la necesidad de incrementar el gasto defensivo y propuso el uso de fondos comunitarios para coordinar un modelo industrial en este ámbito. Sin embargo, subrayó que dichos presupuestos deben estar verdaderamente orientados al desarrollo de la defensa.
El exvicepresidente de la Comisión Europea alertó sobre la existencia de «dos enemigos» de Europa: uno externo, representado por «regímenes autoritarios» que desafían el modelo occidental, y otro interno, asociado a la división y la falta de unidad en Occidente. Schinas también comentó sobre las recientes discusiones respecto a Ucrania y su futura integración en la Unión Europea.
Por otro lado, Pascal Boniface expresó escepticismo respecto al objetivo del 5% en gasto de defensa, considerándolo más un compromiso de incremento que una meta práctica. Defendió la importancia de proteger no solo las capacidades de defensa, sino también los sistemas de protección social existentes. Boniface criticó la reciente actuación de los países de la Unión Europea en la Cumbre de la OTAN, sugiriendo que se estaban alineando con las premisas del presidente estadounidense Donald Trump, y abogó por una mayor autonomía en términos de defensa, aunque reafirmando la importancia de las alianzas.
Finalmente, Boniface insistió en la necesidad de fortalecer el derecho internacional, argumentando que el silencio ante los actos de ciertos aliados puede erosionar la credibilidad de Europa en el ámbito internacional.