Del 1 al 12 de noviembre, la Comisión Europea participará en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP26, que tendrá lugar en Glasgow (Reino Unido). Los días 1 y 2 de noviembre, la presidenta von der Leyen representará a la Comisión en la Cumbre de Dirigentes Mundiales, que inaugura oficialmente la COP26. El vicepresidente ejecutivo Frans Timmermans dirigirá el equipo negociador de la UE. La comisaria Kadri Simson también asistirá a la COP26 y la UE organizará más de 150 actos paralelos en el pabellón de la UE.
La Comisión instará a todas las partes para que cumplan sus compromisos en virtud del Acuerdo de París y reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero. También instaremos a los países desarrollados a aumentar su financiación para la lucha contra el cambio climático a fin de alcanzar el objetivo de 100 000 millones de dólares acordado en París, al que la UE ya aporta más de 25 000 millones de dólares y su contribución va en aumento, y trabajaremos para ultimar el «código normativo del Acuerdo de París».
En declaraciones previas a la COP26, la presidenta Ursula von der Leyen dijo lo siguiente: La carrera mundial por llegar a las cero emisiones netas para mediados de siglo ha empezado. Trabajando juntos podemos ser ganadores todos. En la COP26 tenemos el deber de proteger nuestro planeta para las generaciones futuras. En Europa, tenemos todo a punto para alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050 y reducir nuestras emisiones en al menos un 55 % de aquí a 2030. En Glasgow instaré a otros líderes mundiales a hacer lo propio; innovar e invertir en una nueva estrategia de crecimiento más sostenible. En resumen, a prosperar y construir sociedades más saludables, a la vez que se garantiza un futuro mejor para nuestro planeta.
El vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, ha declarado lo siguiente: Es esencial que aprovechemos el peso de la ciencia, el apoyo popular y el intenso control público que traerán consigo las próximas dos semanas a fin de avanzar con audacia en la acción mundial por el clima. Solo trabajando juntos podremos proteger el futuro de la humanidad en este planeta. En las últimas semanas he estado trabajando con socios de todos los continentes con el fin de allanar el camino para las próximas negociaciones. Todos debemos actuar ahora para ultimar el código normativo del Acuerdo de París, acelerar la reducción de nuestras emisiones y facilitar la financiación de la lucha contra el cambio climático que el mundo necesita.
En virtud del Acuerdo de París, 195 países acordaron presentar contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN), que representan sus objetivos individuales de reducción de emisiones. En su conjunto, estas CDN deberían contribuir a mantener el cambio de la temperatura media global por debajo de los 2°C y lo más cerca posible de 1,5°C para finales de este siglo. El último Informe de síntesis de la CMNUCC, publicado este mes, muestra que las actuales CDN no cumplen los objetivos del Acuerdo de París, lo que nos situaría camino de un peligroso calentamiento global de 2,7° C con efectos extremadamente nocivos que plantean un reto existencial.
Los países desarrollados se han comprometido a movilizar un total de 100 000 millones de dólares anuales de financiación internacional de la lucha contra el cambio climático entre 2020 y 2025 para ayudar a los países más vulnerables y a los pequeños Estados insulares, en particular en sus esfuerzos de mitigación y adaptación. La UE es el mayor donante, con una contribución por encima de la cuarta parte del objetivo, y la presidenta Von der Leyen ha anunciado recientemente un importe adicional de 4 000 millones EUR con cargo al presupuesto de la UE hasta 2027. Sin embargo, otros socios tienen que redoblar sus esfuerzos y hacer frente al déficit actual de casi 20 000 millones de dólares. La financiación de la lucha contra el cambio climático es esencial para contribuir a que las comunidades vulnerables se protejan contra los efectos del cambio climático y desarrollen una economía limpia.
Seis años después de la adopción del Acuerdo de París, la UE negociará también con otras partes en la COP26 para ultimar el «código normativo del Acuerdo París» de normas y procedimientos para la aplicación del Acuerdo. En particular, estamos buscando un acuerdo que garantice la integridad medioambiental de los mercados mundiales del carbono y que regule la transparencia y las obligaciones de información. Un mercado internacional del carbono que funcione correctamente puede generar inversiones adicionales en la transición ecológica y acelerar la reducción de las emisiones de manera eficiente desde el punto de vista económico.
Actos paralelos de la UE en la COP26
Durante la conferencia, la UE celebrará más de 150 actos paralelos en el pabellón de la UE de Glasgow y en línea. Estos actos, organizados por distintos países y organizaciones, tanto de Europa como de otras partes del mundo, abordarán una gran variedad de cuestiones relacionadas con el clima, como la transición energética, la financiación sostenible y la investigación e innovación.
Contexto
La Unión Europea es líder mundial de la acción por el clima al haber reducido ya sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 31 % con respecto a los niveles de 1990, al tiempo que su economía crecía en más de un 60 %. Con el Pacto Verde Europeo, presentado en diciembre de 2019, la UE volvió a aumentar su ambición climática comprometiéndose a alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050. Este objetivo pasó a ser jurídicamente vinculante con la adopción y la entrada en vigor de la Ley Europea del Clima, en julio de 2021. La Ley Europea del Clima también establece un objetivo intermedio de reducción de las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2030 en al menos un 55 % con respecto a los niveles de 1990. Este objetivo para 2030 se comunicó a la CMNUCC en diciembre de 2020 como CDN de la UE en el marco del Acuerdo de París. Con el objetivo de cumplir estos compromisos, la Comisión Europea presentó un paquete de propuestas en julio de 2021 para adaptar las políticas de la UE en materia de clima, energía, uso del suelo, transporte y fiscalidad a fin de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % para 2030.