La Cooperativa Virgen de las Viñas ha renovado su participación en la feria internacional de vino a granel de Ámsterdam, marcando una sólida presencia en un mercado en el que se posiciona como la mayor cooperativa del mundo. Según su director general, Enrique Cepeda, la cooperativa se encuentra en «la cresta de la ola», con la ambición de seguir expandiéndose globalmente, especialmente en un contexto donde la demanda de vino blanco continúa creciendo.
Cepeda enfatizó la importancia de la cita en los Países Bajos, teniendo en cuenta que el 90% de la producción de la cooperativa se vende a granel. La presencia en la feria resulta no solo positiva para captar nuevos clientes, sino también para evaluar la competencia y establecer estándares de calidad en el mercado.
Los vinos de la zona de Tomelloso ya están disponibles en numerosos países, pero Cepeda aseguró que «siempre hay más mercado que explorar». En este sentido, destacó que el 70% de las operaciones mundiales de vino a granel se realizan desde Europa, aunque también hay exportaciones hacia Estados Unidos, Sudamérica y China, este último mercado mostrando signos de recuperación tras el impacto del COVID-19, aunque de manera lenta.
La cooperativa está mirando hacia «otros mercados asiáticos como Japón o Corea», con el objetivo de llevar el vino más allá de las fronteras de España y Europa. Cepeda subrayó la necesidad del mercado europeo de dar a conocer sus vinos en el extranjero, afirmando que parte de la cultura mediterránea del vino está esperando ser descubierta por un público deseoso de conocerla.
Con una producción compuesta en un 85% por vinos blancos, Virgen de las Viñas se encuentra «en la ola del mercado». Cepeda describió a la cooperativa como «un velero con las velas abiertas», aludiendo a los esfuerzos en mejorar la tecnología en la elaboración de sus productos. Esto les permite incluso competir con los vinos blancos italianos.
En cuanto a la cosecha, Virgen de las Viñas ha alcanzado 245 millones de kilos de uva, una cifra que se mantiene en su media habitual. Sin embargo, ha notado que ha faltado medio grado en los tintos y un grado en los blancos. A pesar de esto, los clientes han sabido adaptarse y la cooperativa se muestra satisfecha con la calidad del producto obtenido.
