En un esfuerzo continuo por proteger la fauna avícola de la región, la directora general de Medio Natural y Biodiversidad, Susana Jara, ha informado acerca de la apertura de una nueva línea de ayudas destinada a la adaptación de tendidos eléctricos. En una visita a Escalonilla, Toledo, Jara declaró que se han destinado un millón de euros para este propósito, con el objetivo de adecuar 500 apoyos eléctricos adicionales, sumándose a los ya intervenidos.
Durante su intervención, se ha especificado que estos fondos provienen de una convocatoria publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, proporcionando cobertura total para las intervenciones hasta un límite de 75.000 euros por beneficiario. Se abre la oportunidad para los interesados de solicitar estas ayudas a partir del 8 de agosto, con un plazo de dos meses para presentar las propuestas.
Dicha medida tiene una importancia vital, pues busca prevenir las colisiones y electrocuciones que se presentan en las líneas eléctricas, una de las causales principales de mortalidad de aves rapaces y otros animales. Jara hizo hincapié en la responsabilidad especial que tiene Castilla-La Mancha en la conservación de estas especies debido a su papel como corredor migratorio y por albergar un medio natural propicio para las grandes rapaces.
Con cerca de 10,7 millones de euros invertidos en los últimos años para adaptar 5.118 apoyos en tendidos especialmente peligrosos, el gobierno regional se muestra comprometido en proteger la avifauna amenazada y protegida. Jara ha destacado el éxito de estas acciones, no solo en la prevención de accidentes, sino también en el aumento poblacional de especies clave como el águila imperial, cuya cantidad se ha duplicado en cinco años, representando la mitad de la población mundial de dicha especie.
En términos de financiación global, se ha alcanzado la cifra de 10,7 millones de euros, que se traduce en la adjudicación de ayudas a 247 beneficiarios entre titulares públicos o privados, físicos o jurídicos y administraciones como ayuntamientos para la corrección de infraestructuras peligrosas. Estas actuaciones están reportando resultados positivos, con un descenso mayor al 50% en las electrocuciones entre 2019 y 2023, en las áreas donde han tenido lugar las intervenciones.
