La cadena ABC ha decidido suspender indefinidamente «Jimmy Kimmel Live!» tras las controversiales declaraciones del presentador sobre Charlie Kirk, un activista conservador que falleció el 10 de septiembre. Kimmel criticó cómo algunos en el movimiento MAGA intentaron distanciarse del asesinato de Kirk, generando una fuerte reacción. A raíz de esto, Nexstar Media, propietaria de una red de canales que incluye afiliados de ABC, anunció que dejaría de emitir el programa, sentencia que evidenció la polarización del ambiente mediático.
Durante su monólogo, Kimmel utilizó su habitual tono satírico para abordar la falta de respuesta del expresidente Donald Trump ante el trágico suceso, contrastando su reacción con una anécdota ligera sobre la decoración de la Casa Blanca. Sus comentarios provocaron la entrada en una guerra de palabras, con Trump expresando en redes sociales que la decisión de ABC era «una gran noticia para Estados Unidos» y calificando a Kimmel y a su colega Seth Meyers como “completos perdedores”.
Kimmel, conocido por su crítica a la extrema derecha, hizo eco de comentarios recientes sobre los peligros asociados al extremismo político, entrelazando estos temas en un monólogo que, aunque provocativo, le ha costado su plataforma en televisión. El susurro del silencio en las pantallas nocturnas de millones de estadounidenses refleja no solo la controversia que lo rodea, sino también el frágil equilibro entre la sátira y la responsabilidad en el paisaje mediático actual.
Artículo resumido que puedes leer completo aquí
