El Tribunal Internacional de Crímenes de Bangladés ha dictado una sentencia histórica al condenar a la ex primera ministra Sheikh Hasina a pena de muerte por crímenes de lesa humanidad. La decisión oportuna llega tras la represión brutal de un levantamiento estudiantil en 2024, que llevó a su renuncia y a su posterior exilio en India. Durante la lectura del veredicto, el juez Golam Mortuza Mozumder enfatizó que su culpabilidad en la orden de atacar a manifestantes desarmados justificó tal pena, lo que desató vítores en la sala del tribunal en Daca.
Además de la condena a Hasina, el exministro del Interior, Asaduzzaman Khan Kamal, también recibió sentencia capital, mientras que el exinspector general de policía, Chowdhury Abdullah Al-Mamun, fue sentenciado a cinco años de prisión por haber cooperado como testigo del Estado. Esta condena se basa en una serie de cargos que implican desde asesinatos hasta torturas durante la represión de las protestas, que comenzaron pacíficamente pero se tornaron violentas ante la respuesta del gobierno.
La caída de Hasina, quien gobernó durante más tiempo en la historia de Bangladés, marcó un cambio significativo en la política del país. La «Revolución de julio» dejó un saldo de miles de muertos y desencadenó una serie de reformas bajo un gobierno interino liderado por el Nobel de la Paz Muhammad Yunus. La ONU ya había destacado la magnitud de la violencia desatada, que dejó al país dividido y con cicatrices profundas en su tejido social.
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