La escalada de violencia en la Franja de Gaza no muestra signos de disminución mientras el Ejército israelí prosigue con sus ataques, dejando tras de sí un panorama desolador. Según el Ministerio de Sanidad del enclave, bajo control de Hamás, las últimas 24 horas han resultado en la muerte de 40 personas, elevando el número total de víctimas fatales a 40.139 desde el inicio de la ofensiva hace diez meses. Además, los ataques han resultado en 134 heridos, sumando un total de 92.743 afectados por la violencia.
En un comunicado reciente, el Ejército israelí dio detalles de sus operativas en el enclave, especificando el ataque a 45 objetivos que califica de militares en el sur y el centro de Gaza, incluidas infraestructuras utilizadas por las milicias palestinas. Mientras tanto, en Rafah, el extremo más meridional de Gaza, se ha reportado la muerte de «decenas» de presuntos milicianos durante una operación que ha llevado al cierre del paso fronterizo hacia Egipto, un canal vital para el ingreso de ayuda humanitaria a este territorio asediado.
Asimismo, el Ejército ha admitido el desmantelamiento de varios túneles y ataques a milicianos que habían disparado cohetes hacia comunidades israelíes sin registrar víctimas. Por otro lado, acusa a Hamás de utilizar zonas civiles como escuelas y hospitales para lanzar cohetes contra Israel, justificando así algunos de sus ataques sobre infraestructura protegida por el derecho internacional humanitario.
Entre los incidentes más trágicos se encuentra la muerte de un periodista palestino, Ibrahim Mohreb, y la herida de Salma Qadumi, otra periodista, ambos alcanzados por disparos israelíes mientras cubrían los eventos en Jan Yunis, indicativo de los peligros que enfrentan los profesionales de la prensa en la zona de conflicto. Hasta la fecha, se reporta que 169 comunicadores han perdido la vida durante la ofensiva sobre Gaza.
En un desarrollo reciente, las operaciones israelíes se han extendido a Deir al Balah, en el centro de Gaza, donde miles de personas se han refugiado desde el inicio de los ataques sobre Rafah. Aunque esta localidad no había sido objetivo principal de la ofensiva terrestre a gran escala, ahora es escenario del conflicto, poniendo en riesgo a una población ya devastada por meses de enfrentamientos.
La situación en Gaza permanece crítica, con una población civil que continúa atrapada en el fuego cruzado de un conflicto que se intensifica sin vislumbrarse un final claro. La comunidad internacional observa con creciente preocupación, mientras los esfuerzos diplomáticos por alcanzar un cese al fuego no han logrado fructificar.
