Contaminación Ambiental: Un Peligro Inminente para la Salud Pública

Un reciente estudio realizado por la federación ecologista europea Transport & Environment (T&E), en colaboración con eco-union, Ecodes y Ecologistas en Acción, ha sacado a la luz preocupantes datos sobre el impacto de las partículas ultrafinas (UFP, por sus siglas en inglés) emitidas por el tráfico aéreo.

Según el informe, estas diminutas partículas, que son aproximadamente mil veces más pequeñas que un cabello humano, pueden causar graves enfermedades en millones de personas que residen cerca de los principales aeropuertos de España.

El estudio relaciona las UFP con miles de casos de hipertensión, diabetes y demencia en Europa, incluyendo a España. Las partículas ultrafinas tienen la capacidad de penetrar profundamente en el cuerpo humano, y han sido encontradas en análisis de sangre, cerebro y placenta. De acuerdo con los datos, en toda Europa hay 52 millones de personas «especialmente expuestas» a estas partículas, con una cifra preocupante de 3,8 millones en Madrid, 2,7 en Barcelona, 896.000 en Málaga y 557.000 en Palma de Mallorca.

El informe detalla que en Europa las UFP podrían estar vinculadas con 280.000 casos de hipertensión arterial, 330.000 de diabetes y 18.000 de demencia. En España, estos números se traducen en 52.205 casos de hipertensión, 64.918 de diabetes y 5.339 de demencia.

Aire con partículas ultrafinas

Las partículas ultrafinas son emitidas tanto a gran altitud como durante las fases de despegue y aterrizaje de los aviones. Las personas que viven en un radio de cinco kilómetros de un aeropuerto inhalan aire que contiene de media entre 3.000 y 10.000 UFP por centímetro cúbico.

Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó hace más de 15 años sobre la peligrosidad de estas partículas, actualmente no existe una normativa que regule niveles seguros de UFP en el aire.

Transport & Environment sugiere que una de las medidas más efectivas para reducir la emisión de estas partículas es el uso de combustibles de «mejor calidad». Según el estudio, esta medida podría disminuir la cantidad de UFP emitidas hasta en un 70%, ya que la composición del combustible influye significativamente en la cantidad de partículas generadas.

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