En una tradicional y concurrida ceremonia, el alcalde Darío Dolz, acompañado de miembros de la Corporación municipal, se unió a los festejos de la comunidad con motivo de una festividad local muy arraigada. La jornada comenzó con una solemne eucaristía celebrada en la Iglesia de la Virgen de la Luz, punto de encuentro de numerosos fieles y ciudadanos que se dieron cita para rendir tributo y buscar la bendición en este día especial.
Como parte de las festividades, se repartieron 20,000 panecillos, un gesto que simboliza la generosidad y el compartir comunitario. Este acto de reparto se ha convertido en una de las señas de identidad de la fiesta, esperado con entusiasmo tanto por los habitantes de la ciudad como por los visitantes que se acercan a vivir estas tradiciones.
La tarde trajo consigo una procesión colorida y llena de música que recorrió las calles principales, culminando con una escena entrañable y emblemática: la bendición de los animales. Mascotas de todos los tamaños y especies fueron traídas por sus dueños para recibir el toque de gracia, una muestra de la importancia que la comunidad otorga a la convivencia armoniosa con el reino animal.
Esta festividad no sólo ofrece un espacio para la celebración espiritual sino que también se convierte en un punto de encuentro para el refuerzo de lazos sociales y culturales dentro de la población. El alcalde Darío Dolz y los miembros de la Corporación municipal reafirmaron su compromiso con la conservación de esta tradición que, año tras año, sigue ganando en participación y colorido y se sitúa como uno de los eventos más destacados del calendario local.
