Conmoción y miedo sacuden a Corea del Sur después de devastador siniestro

En un giro trágico para la aviación de Corea del Sur, un accidente aéreo ha resultado en un saldo devastador de 179 víctimas mortales, dejando tan solo dos supervivientes. El siniestro, ocurrido con un vuelo de la compañía Jeju Air en Muan, ha sembrado el miedo y la desconfianza en el sector aéreo del país, provocando una ola de cancelaciones que asciende a las 67.000 en menos de 24 horas, con un impacto casi equitativo entre vuelos internacionales y domésticos.

En un suceso que añade tensión a la ya de por sí agitada situación, una aeronave del mismo modelo y compañía se vio obligada a regresar a su punto de partida a causa de problemas en el tren de aterrizaje, un fallo semejante al reportado en el vuelo siniestrado en Muan. Este incidente, involucrando al vuelo 7C101 en ruta desde el Aeropuerto Internacional de Gimpo hacia Jeju, culminó sin daños gracias a la prudente decisión del capitán de efectuar una revisión de seguridad tras detectar anomalías en el tren de aterrizaje.

Este último incidente ha llevado a revelaciones preocupantes respecto a los procedimientos de mantenimiento de Jeju Air, con informes sugiriendo que la aerolínea destina únicamente 28 minutos al mantenimiento pre-vuelo, el mínimo exigido por las regulaciones. Dicha práctica ha encendido alarmas sobre una posible priorización de la eficiencia operativa en detrimento de la seguridad de los pasajeros.

Ante este panorama, el gobierno surcoreano ha anunciado la implementación de inspecciones de seguridad rigurosas, en un esfuerzo por restaurar la confianza pública y prevenir futuras tragedias. De momento, la comunidad aeronáutica y el país entero aguardan respuestas, mientras se investigan las causas detrás del fatídico vuelo, considerando entre las hipótesis probables tanto el impacto de aves como fallos técnicos diversos.

Las consecuencias de este trágico suceso se extienden más allá de la inmediata pérdida de vidas, planteando interrogantes severos sobre la adecuación de las prácticas de seguridad y mantenimiento en la aviación de bajo coste. Con la información de las cajas negras aún pendiente de análisis debido a daños significativos, la espera por respuestas definitivas continúa, sumergiendo a Corea del Sur en una profunda reflexión sobre la seguridad de su transporte aéreo.

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