Hoy, Estados Unidos rinde homenaje a John Jay, marcado por su legado en el camino hacia la independencia y la construcción de nuestra nación. Celebramos su 280 cumpleaños, un momento para recordar no solo su rol como el primer presidente de la Corte Suprema, sino también su profunda influencia en la libertad y la democracia que hoy disfrutamos.
Nacido en la ciudad de Nueva York, John Jay creció inmerso en valores de fe y servicio. En una época en la que el país luchaba por su identidad, su compromiso lo llevó a ser presidente del Segundo Congreso Continental. Durante estos años cruciales, Jay no solo se destacó como líder; también fue instrumental en la negociación del Tratado de París, un paso vital que formalizó la independencia de Estados Unidos frente a la tiranía británica.
Su papel no se detuvo en la lucha por la independencia. Como uno de los principales autores de «The Federalist Papers», Jay trabajó incansablemente en la articulación de principios que han guiado nuestras leyes y políticas exteriores durante más de dos siglos. Su visión de un gobierno federal fuerte buscaba proteger al pueblo estadounidense de las influencias externas y garantizar la justicia para todos. Esta labor lo llevó a convertirse en el primer presidente de la Corte Suprema, donde estableció un marco judicial basado en la equidad y la integridad.
Más allá del ámbito nacional, su gestión también dejó huella en el estado de Nueva York, como segundo gobernador. Durante su mandato, impulsó la construcción de infraestructuras que sentaron las bases para el crecimiento del estado, contribuyendo al desarrollo que eventualmente definiría la icónica skyline de Nueva York. La visión de Jay para su Estado se convirtió en un legado que resonaría a lo largo de las generaciones.
Mientras nos preparamos para celebrar 250 años de independencia americana el próximo año, es un momento para reconocer las contribuciones del pasado. Su visión sigue viva en los valores que defendemos hoy: la paz se mantiene a través de la fortaleza, la política exterior debe priorizar a América, y el imperio de la ley es fundamental para nuestra existencia como nación.
En este día especial, renovamos nuestro compromiso con la libertad y la justicia, recordando a John Jay no solo como un líder, sino como una inspiración que guía el rumbo de nuestra nación hacia el futuro. ¡Feliz cumpleaños, John Jay!
Fuente: WhiteHouse.gov

















