En una maniobra diplomática crucial, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha logrado la liberación y posterior expulsión de Venezuela del periodista español ‘Cake’ Minuesa, quien se encontraba retenido por las autoridades de ese país. Este éxito diplomático se produce tras intensas negociaciones lideradas por José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, y la embajada española en Caracas. Estas gestiones desembocaron en la decisión del régimen venezolano de permitir al reportero, colaborador de ‘OkDiario’, abandonar el país hacia Bogotá, Colombia, desde donde se prevé su regreso a España.
La situación de Minuesa había generado una ola de reacciones dentro de la política española, con partidos como el PP y Vox exigiendo al gobierno de España una intervención firme ante las autoridades venezolanas. Santiago Abascal, líder de Vox, llegó a emitir una carta exhortando a una actuación decidida por parte de Albares para asegurar la liberación del periodista, que había viajado a Venezuela con el objetivo de cubrir las recientes elecciones presidenciales. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, también se pronunció, pidiendo acciones para garantizar la libertad de Minuesa y de otros españoles presuntamente retenidos por el gobierno de Nicolás Maduro, aunque Exteriores señaló no tener constancia de más ciudadanos españoles detenidos tras los comicios.
El caso de Minuesa no solo ha suscitado la atención sobre la situación de la prensa en Venezuela, sino también sobre la eficacia de las gestiones diplomáticas españolas en situaciones de crisis. El reportero, cuya labor informativa fue interrumpida por su retención, se convierte en símbolo de las actuales tensiones entre España y Venezuela, en especial respecto a la libertad de expresión y los derechos humanos.
La expulsión de Minuesa acontece en un contexto donde las relaciones entre España y Venezuela están marcadas por el resultado de las elecciones presidenciales venezolanas, donde Nicolás Maduro se impuso con un 51% de los votos frente al 44% de la oposición, que ha denunciado irregularidades en el proceso electoral. La liberación del periodista, a pesar de suponer un alivio, deja en evidencia las difíciles condiciones bajo las cuales operan los medios de comunicación internacionales en Venezuela.
El régimen de Maduro, con esta acción, parece buscar amordazar las voces críticas, según denunció Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, en la red social X. Este incidente refleja el delicado equilibrio que deben manejar tanto los periodistas que cubren regiones de alta tensión política como los gobiernos extranjeros que procuran proteger a sus ciudadanos sin escalar las tensiones diplomáticas. Con la llegada de Minuesa a Bogotá y su posterior retorno a España, se cierra un capítulo que ha puesto a prueba, una vez más, la firmeza y efectividad de la diplomacia española frente a retos en el ámbito de los derechos humanos y la libertad de prensa.
