Durante el juicio celebrado el miércoles en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, J.C.U., el hombre acusado de prender fuego a su casa en Alcázar de San Juan, reconoció haber cometido dicho acto tras una discusión con su pareja. El suceso, ocurrido el 5 de julio de 2022, tuvo lugar después de que J.C.U. consumiera «mucho alcohol y 4 o 5 gramos de cocaína», lo que según su testimonio le produjo un «conocimiento limitado» de los hechos.
La Fiscalía presentó las conclusiones modificadas en el juicio, que se cerró con un acuerdo de conformidad entre el Ministerio Fiscal, la acusación particular, dos aseguradoras y el gabinete jurídico de la Junta de Castilla-La Mancha. J.C.U. se disculpó ante el tribunal, expresando que había dejado las drogas y no tenía intención de reincidir. En julio de este año, se cumplirán dos años de su ingreso en prisión y podrá solicitar el permiso penitenciario de tercer grado.
El acusado ha sido condenado por un delito de maltrato en el ámbito familiar a realizar 50 días de trabajo en beneficio de la comunidad, así como la privación a la tenencia de armas por un año y medio. También se le prohíbe el acercamiento y la comunicación con su pareja por un periodo de dos años. A su vez, por un delito de vejaciones, deberá cumplir 4 días más de servicio comunitario y mantenerse a distancia de B. durante un mes. Por el delito de incendio con peligro para la vida, la condena es de 5 años y 6 meses de cárcel.
En cuanto a la compensación económica, J.C.U. tendrá que indemnizar a la Junta con 54.000 euros por los daños ocasionados en el edificio, abonar 4.576,56 euros a una de las compañías de seguros y 175 euros a una mujer que sufrió lesiones.
Los hechos que se juzgaron revelan que J.C.U., después de una fuerte discusión con su pareja, no solo le propinó un bofetón ante dos de sus hijos, sino que también profirió insultos vejatorios. Después, en soledad, arrojó objetos por la ventana y prendió fuego a la vivienda hacia las 4.00 horas de la madrugada. Abandonó el inmueble y se dirigió donde se encontraban su pareja y sus hijos. A pesar de saber que otras viviendas estaban habitadas y el riesgo que suponía para sus vecinos, J.C.U. inició el incendio que rápidamente se extendió por el edificio.
La Fiscalía argumentó que el acusado asumió el riesgo de la propagación del fuego, poniendo en peligro la vida de los demás residentes. El fuego, en su avance, causó daños significativos pero fue controlado gracias a la pronta intervención de los servicios de bomberos, quienes acudieron avisados por un vecino del edificio afectado.