El pasado 10 de enero, efectivos del Subsector de Tráfico de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca llevaron a cabo la investigación de un hombre de 36 años de edad, por su presunta implicación en un delito de conducción temeraria y desobediencia grave a los agentes de la autoridad.
Los hechos que motivaron esta actuación tuvieron lugar la tarde del 13 de octubre de 2023, cuando una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Las Pedroñeras, en la provincia de Cuenca, detectó un vehículo circulando a una velocidad de 220 kilómetros por hora en la autopista AP-36 (Ocaña-La Roda), superando de manera considerable el límite permitido de 120 kilómetros por hora, y esto dentro del término municipal de Las Pedroñeras.
En el momento de la infracción, los agentes procedieron a detener el vehículo para identificar al conductor y notificarle la comisión del supuesto delito. No obstante, el conductor decidió emprender la fuga, lo que impidió su detención inmediata debido al gran riesgo que supondría una persecución a alta velocidad para el resto de usuarios de la vía.
Después de más de dos meses de indagaciones llevadas a cabo por el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de Cuenca, con la colaboración del GIAT de Madrid, las autoridades lograron identificar y localizar al individuo. Se instruyeron diligencias penales contra el conductor, las cuales fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción de San Clemente en Cuenca.
El conductor ahora se enfrenta a posibles sanciones que incluyen penas de prisión que pueden ir desde los tres hasta los seis meses, multas de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad entre treinta y uno y noventa días. Además, podría ser castigado con la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un periodo que varía de uno a cuatro años por el delito de exceso de velocidad, y enfrentarse a una pena de prisión de tres meses a cuatro años por el delito de desobediencia grave a los agentes de la autoridad.