El Gobierno de Castilla-La Mancha ha expresado su firme condena ante el reciente suceso en Malagón, donde una intervención de la Guardia Civil resultó en la detención de una madre y su pareja por intentar casar forzosamente a su hija de tan solo 12 años a cambio de una suma de dinero.
Este lamentable evento se traduce en la liberación de una menor que estaba siendo compelida a entrar en un matrimonio concertado, con un precio pactado de 3.000 euros. Amador Pastor, consejero de Educación, Cultura y Deportes, junto a Blanca Fernández, delegada de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en la provincia de Ciudad Real, han expresado este lunes su pesar por los hechos y han extendido un agradecimiento a las autoridades por su rápida y efectiva actuación.
Amador Pastor ha manifestado que actos como este no tienen lugar en una sociedad que valora la democracia y el progreso, resaltando la importancia de la labor de la Guardia Civil en la prevención de este matrimonio. Por otro lado, Blanca Fernández ha etiquetado el incidente como una forma extrema de violencia de género, enfatizando la satisfacción que conlleva saber que la joven ya se encuentra bajo la protección de los servicios sociales de la región.
«Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha agradecemos la labor de la Guardia Civil para evitar este matrimonio forzado y que la niña pueda estar ya fuera de ese riesgo tan brutal», concluyó Fernández, ratificando así el compromiso gubernamental con la protección de los derechos de los menores y la lucha contra cualquier forma de violencia machista.