La consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez, ha dejado huella en la primera reunión del año del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea, que tuvo lugar este lunes, reflejando el papel coordinador de la región en la definición de la postura española en materia medioambiental.
Durante el encuentro, Gómez ha presentado la postura consensuada de las comunidades autónomas de España sobre dos temas de particular importancia: la modificación de la directiva de residuos de la UE y la reducción del desperdicio alimentario. La consejera participó activamente en las discusiones, enfatizando la necesidad de aplicar la responsabilidad ampliada del productor en la gestión de residuos textiles y de incorporar estrategias adaptativas y flexibles para combatir el desperdicio de alimentos.
La consejería de Desarrollo Sostenible ha destacado la importancia de las entidades sociales y empresas de economía social en la gestión de residuos, y ha solicitado una definición consensuada a nivel europeo de lo que constituye el desperdicio alimentario. Además, Gómez recalcó la urgencia de adoptar medidas preventivas coordinadas, al mismo tiempo que instó a adoptar un enfoque amplio en los sistemas alimentarios para involucrar a todos los actores de la cadena agroalimentaria y fortalecer la colaboración entre ellos.
Castilla-La Mancha ya está trabajando en la implementación de medidas avanzadas en la gestión de residuos, según comentó Gómez, quien indicó que el nuevo Plan regional de Prevención y Gestión de Residuos 2030 se aprobará antes del verano. Este incorporará los objetivos derivados de las nuevas normativas estatales y comunitarias, así como también incluirá estrategias para la recogida separada de residuos textiles y la promoción de las actividades de prevención y reutilización.
En lo que respecta al desperdicio alimentario, la consejera señaló que el nuevo plan regional asume los compromisos de la Estrategia Sin Desperdicio 2030 de Castilla-La Mancha, con el objetivo de reducir a la mitad el desperdicio alimentario en la región, que representa unos 500 millones de euros.
Castilla-La Mancha sostiene que el aprovechamiento de los excedentes y la redistribución de alimentos pueden contribuir significativamente a la creación de empleo, a la vez que se reducen los costes sociales y medioambientales.
Gómez aprovechó la oportunidad para establecer compromisos de colaboración entre las administraciones públicas de la región y los agentes sociales y económicos para implementar de manera eficiente las estrategias planteadas. La región también busca dar ejemplo con medidas preventivas y de reducción en sus propios comedores colectivos y mediante cláusulas específicas en las contrataciones públicas de servicios alimentarios.
La consejera y su equipo, incluyendo al viceconsejero de Medio Ambiente regional, José Almodóvar, representarán a las comunidades autónomas españolas en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE durante el primer semestre de 2024, trabajando en colaboración con la Representación Permanente de España ante la Unión Europea y las demás comunidades autónomas para fortalecer las políticas medioambientales de España y de la UE.
