Son las ocho y media de la mañana, y tras las tareas de desinfección e higienización de la oficina, la revisión de mensajes en el contestador y del correo electrónico, se abren las puertas al público de la Oficina de Turismo. El teléfono suena de forma casi ininterrumpida, comienzan a llegar los turistas más madrugadores para informarse de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, así como de los parajes más destacados de la provincia que se pueden visitar.
Son las ocho y media de la mañana, y tras las tareas de desinfección e higienización de la oficina, la revisión de mensajes en el contestador y del correo electrónico, se abren las puertas al público de la Oficina de Turismo. El teléfono suena de forma casi ininterrumpida, comienzan a llegar los turistas más madrugadores para informarse de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, así como de los parajes más destacados de la provincia que se pueden visitar.
María José Morales Lara tiene 47 años y 2 hijos. Lleva cuatro años en paro, una decena de cursos de formación, entre ellos promoción turístico local, evaluación de competencias, auxiliar de dependencia, community manager, y un largo ecétera. Siempre en búsqueda activa de trabajo, el último gracias a un taller de empleo, le muestra al cliente algunos planos para explicarle el recorrido que puede hacer por Ciudad Real para conocer su patrimonio, y al estar interesado en parajes naturales le explica algunas rutas por el Parque Nacional de Cabañeros, las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera.
“Los mayores de 45 años, en paro de larga duración estamos en una franja muy difícil para reactivarnos en el mundo laboral. Yo soy muy activa, siempre formándome para desarrollarme profesional y personalmente, con muchas inquietudes, muy motivada en el mundo del turismo porque es la fuerza y el motor que mueve todo”, señala.
Sin embargo, a pesar del empeño todos los trabajos desarrollados en los últimos 10 años por María José han sido gracias a proyectos como los Planes de Empleo. Es el caso de su trabajo actual en el que desempeña la función de informadora turística, “una actividad que siempre has respetado y querido, por eso me siento supermotivada, con muchas ganas de trabajar, esta oportunidad supone desarrollarte como persona; es una vuelta al trabajo, porque este tiempo de paro ha sido largo, en medio también tenemos nuestra conciliación familiar, hemos sacado adelante a nuestros hijos, pero a la vez hemos estado mucho tiempo parados, entonces muy contenta”.
Su compañera de trabajo, también dentro del actual Plan de Empleo, es Lourdes Ruíz Sebastiá, 45 años y 4 hijos. Estudió la carrera de Turismo en Madrid, donde desarrolló gran parte de su trayectoria profesional hasta que se quedó en paro hace 11 años, y desde entonces lo único que ha encontrado han sido proyectos de corta duración, fuera de Ciudad Real, que ni siquiera ha podido aceptar porque los gastos e inversiones, junto al tema de conciliación no se lo permitía.
“Me ha podido salir algún trabajito, pero aparte de que era siempre temporal (tres meses), era fuera de Ciudad Real, tenía que dejar los niños muy pequeños y al final sopesas en una balanza, y no puede ser, es muy triste pero en el caso de la mujer es así, si un niño se pone malo ¿quién lo lleva al médico? las mamás, y es así, tienes que sacrificar una etapa de tu vida, si quieres ser madre”.
De tal modo, este trabajo para Lourdes supone su primera incorporación al mercado laboral tras 11 años, “el niño pequeño tiene ya 9 años, ya este año dije tengo que empezar a moverme, personal, psicológicamente y en todos los sentidos, porque no es todo ganar, que es importante, pero también es reciclarse y psicológicamente saber que, aparte de madre, formas parte de un mundo laboral”.
Para Lourdes con este trabajo “me ha venido dios a ver, y luego el sentirte remunerada, que haces algo, que la casa mucho trabajo, pero a nivel psicológico es una sobrecarga; todo esto, sin olvidar el tema del confinamiento”, por todo ello, si tiene que definir cómo se siente la palabra, afirma es “liberación”. Lourdes confiesa sentirse feliz, “trabajamos 10 días del tirón y descansamos 4, es duro, y hay semanas que es de mañana y tarde, más las visitas, pero estoy feliz primero porque tenía muchísimas ganas y luego porque también es de lo mío”, destaca.
El día a día del sector turístico con la pandemia. Tanto Lourdes como María José destacan que este año con todo el tema de la pandemia las cosas se organizan de modo algo diferente a lo habitual, y que se van adaptando día a día.
“Estamos en un proceso extraño porque con este periodo de Covid-1, lo que hacemos no es lo que realmente podemos desarrollar en el turismo, el público entra muy despacio, es un turismo muy delicado, tomando muchas medidas de seguridad, nos estamos adaptando”, afirman.
Estadísticamente, “los compañeros nos han dicho que hay un cierto cambio porque la manera de viajar ya no es la misma, es una forma de viajar mucho más sostenible, más ecológica, la gente intenta buscar un turismo seguro”, apunta María José
En este sentido, Lourdes señala que este verano pesar de que “no es el año a lo mejor del turismo, y no nos vamos a poder empapar de tantas cosas, lo cierto es que se ven otras, se van tocando otros palos, y también desde la tranquilidad, entonces vas aprendiendo más, tienes más tiempo para todo”, aunque asegura que en la oficina no se para, “entre atender teléfono, a los turistas, luego las visitas, todo el tema de las reservas, de meterlo en la página, siempre hay cosillas siempre que hacer”.
Así, ante este panorama excepcional lo primero que hacen ambas nada más llegar a su puesto es el sistema de desinfección e higienización de la oficina, “que es fundamental, tanto al entrar y salir, luego miramos el contestador para ver llamadas que tenemos y los correos sobre todo, porque ahora con la Covid casi todo va por internet, “todo el mundo quiere moverse, pero un poco organizado, ya no es me lanzo a viajar y me voy a donde quiera a la aventura, sino que ya van con una serie de organización en el viaje y de seguridad con todos los protocolos; y luego está el tema de las citas previas en todos los sitios, porque no es como antes que llegabas y podías pasar a cualquier sitio o actividad”.
En su día a día, lo habitual es el correo electrónico con el envío de emails, información, planos, actividades que se puede hacer en la provincia, patrimonio y monumentos que visitar, todo ello junto a la atención al cliente, “muchos vecinos de Ciudad Real, que se interesan porque vuelvan otra vez las actividades culturales de la ciudad y vienen aquí para preguntar qué tenemos esta semana, qué hay de programación, qué hay de aquella vida normal”.