Cómo decir adiós a las palomas sin hacer daño ni saltarse la ley: guía práctica y 100 % legal

En muchas ciudades, las palomas han pasado de ser parte del paisaje a convertirse en un auténtico quebradero de cabeza: suciedad constante en terrazas y balcones, restos de nidos en persianas y aparatos de aire acondicionado, y ruidos desde primera hora de la mañana.

Sin embargo, por muy molestas que resulten, son animales protegidos. Eso significa que no vale “todo” para echarlas: usar venenos, trampas que las hieran o métodos crueles puede suponer una sanción importante y, sobre todo, un problema ético.

La buena noticia es que sí existen formas eficaces de reducir la presencia de palomas sin incumplir la normativa de protección animal. Se trata de cambiar el entorno para que tu casa deje de ser atractiva para ellas, sin causarles daño directo.


Antes de nada: qué se puede hacer y qué no

Cada municipio tiene sus ordenanzas, pero hay una serie de ideas generales que conviene tener claras:

Lo que NO debes hacer

  • Usar venenos o productos tóxicos caseros.
  • Colocar trampas que puedan atraparlas, herirlas o matarlas.
  • Emplear pegamentos o superficies en las que se queden pegadas.
  • Destruir nidos con crías sin seguir los canales establecidos (en muchos lugares solo puede hacerlo el ayuntamiento o una empresa autorizada).
  • Alimentarlas, aunque sea “por pena”: en bastantes ciudades está expresamente prohibido.

Lo que SÍ puedes hacer

  • Modificar tu terraza o balcón para que les resulte incómodo y poco interesante.
  • Proteger puntos de anidación (huecos de persianas, salientes, vigas).
  • Mantener una limpieza constante de restos y excrementos.
  • Pedir ayuda al ayuntamiento o a un servicio profesional cuando la situación se desborda.

La clave no es “atacar” a las palomas, sino romper las tres cosas que buscan: comida, refugio y seguridad.


Paso 1: cortar la fuente de alimento

De poco sirve colgar CDs o poner muelles si, al mismo tiempo, el balcón es un “bufé libre”.

  • No sacudas el mantel en la terraza ni dejes migas, restos de pan o pienso de mascotas a la vista.
  • Vacía y limpia con regularidad el cubo de basura si está en el balcón.
  • Si tienes huerto urbano o macetas, procura que no haya fruta podrida ni restos orgánicos que puedan atraerlas.

Cuando en una zona dejan de conseguir comida con facilidad, tarde o temprano se mueven a otra.


Paso 2: blindar los puntos de anidación (de forma ética)

Las palomas adoran:

  • Huecos de persianas.
  • Rejillas de ventilación.
  • Salientes protegidos de la lluvia.
  • Zonas calientes cerca de motores de aire acondicionado.

Puedes actuar así:

  1. Revisa todos los rincones de tu fachada accesibles desde tu casa.
  2. Si no hay huevos ni pollos, retira ramas y restos de nido con guantes y mascarilla y limpia con un desinfectante adecuado.
  3. Coloca rejillas, paneles o tapas desmontables que impidan volver a entrar, pero que puedan retirarse si fuera necesario para mantenimiento.
  4. En aparatos de aire acondicionado, valora instalar protecciones específicas que eviten que entren por detrás o se sienten encima del equipo.

Si encuentras nidos activos (con huevos o crías), lo correcto es contactar con el ayuntamiento o con una empresa autorizada para que te indiquen cómo proceder sin infringir la normativa.


Paso 3: hacer tu balcón incómodo para las palomas (sin dañarlas)

Aquí es donde entran los trucos más prácticos y compatibles con la ley. El objetivo es que tu terraza deje de ser un lugar tranquilo y estable para posarse.

1. Superficies inestables en las zonas de apoyo

En vez de pinchos metálicos agresivos, puedes recurrir a elementos totalmente inocuos:

  • Muelles / Slinky extendidos a lo largo de la barandilla.
  • Barras o listones finos que dejen una superficie estrecha, difícil para posarse.

Si al intentar apoyarse la paloma nota que la superficie se mueve o no es plana, tiende a buscar otro sitio más cómodo.


2. Movimiento y reflejos constantes

Los reflejos y los cambios imprevistos desconciertan a las aves:

  • Cuelga cintas reflectantes, trozos de papel de aluminio o espirales de plástico brillante.
  • Reutiliza CDs o DVDs antiguos con hilo de pesca, dejando que giren con el viento.
  • Coloca molinillos de viento en las macetas o en la barandilla.

No hace falta llenar la terraza de adornos, basta con colocar algunos puntos estratégicos en las zonas donde suelen posarse. Conviene cambiar su posición cada cierto tiempo para que no se acostumbren.


3. Molestias suaves pero continuas

  • Pequeñas campanillas o colgantes sonoros que suenen con el viento.
  • Elementos que se muevan con facilidad (bolsas ligeras, tiras de tela).

No se trata de generar un ruido insoportable, sino de crear un entorno ligeramente impredecible, donde las palomas no se sientan seguras.


4. Olores y texturas que no les gustan

Algunas personas utilizan especias picantes (cayena, pimienta) o mezclas con vinagre en repisas donde se posan con frecuencia:

  • Pueden ayudar como refuerzo a otros métodos.
  • Siempre que no se abuse, no supone un daño físico al animal, solo una molestia.

Es importante aplicarlo con cabeza: no esparcir grandes cantidades, evitar zonas donde jueguen niños o mascotas y no usar productos corrosivos ni tóxicos.


Paso 4: mantener la limpieza y proteger tu salud

Aunque las palomas estén protegidas, sus excrementos son un problema:

  • Son corrosivos para metales, piedra y tejidos.
  • Pueden albergar microorganismos que conviene manejar con precaución.

Cuando limpies:

  • Utiliza guantes y, si hay mucha acumulación, mascarilla.
  • Evita barrer en seco; mejor humedecer primero para que el polvo no se levante.
  • Usa agua caliente y un producto desinfectante adecuado para exteriores.

Cuanto menos tiempo permanezcan los restos en tu terraza, menos atractivo será para que vuelvan.


Cuándo pedir ayuda profesional

Los trucos caseros funcionan muy bien cuando hablamos de unas cuantas palomas que usan tu balcón como punto de paso. Pero si:

  • Hay decenas de aves en tu edificio.
  • Se acumulan nidos y excrementos en zonas altas a las que no puedes acceder con seguridad.
  • Compartes el problema con varios vecinos.

Entonces es el momento de:

  1. Avisar a la comunidad de propietarios o al administrador de la finca.
  2. Consultar al ayuntamiento, que suele tener protocolos específicos para control de palomas.
  3. Valorar la contratación de una empresa especializada en control de fauna urbana, que pueda instalar sistemas homologados y respetuosos con el bienestar animal.

Estas intervenciones se planifican precisamente para equilibrar salud pública y protección de los animales.


En resumen: firmes con el problema, respetuosos con los animales

Acabar con la “plaga” de palomas en tu terraza no significa hacerles daño, sino dejar de ofrecerles justamente lo que buscan:

  • Nada de comida “fácil”.
  • Cero rincones cómodos para anidar.
  • Un balcón que ya no es estable, silencioso ni predecible para ellas.

Combinando estas medidas, y respetando siempre la normativa de protección animal, es posible recuperar tu espacio exterior, proteger la fachada y la salud de tu hogar… y hacerlo sin convertirte en enemigo de la fauna urbana.

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