Las vacaciones son un periodo de descanso y desconexión en el que nuestros hijos, al igual que nosotros, necesitan desconectar de sus principales obligaciones durante el curso escolar. Sin embargo, también es un tiempo maravilloso para seguir estimulando su desarrollo y sus ganas de aprender. Si durante las vacaciones de verano ayudamos a nuestros hijos a establecer pequeñas rutinas intelectuales, estaremos favoreciendo su desarrollo constante y evitando el temido “summer slide” (resbalón de verano).
Disfrutar aprendiendo es una cualidad que todos queremos ver en nuestros hijos, y la clave para conseguirlo no está en elegir el mes de año adecuado, sino en proporcionarle el reto adecuado en cada momento; por eso, también debemos aprovechar las vacaciones para potenciarlo. «De esta manera no solo les costará menos volver al colegio, sino que les estaremos enseñando que hacer algo intelectual también es un disfrute y que precisamente en vacaciones podemos tener más tiempo para ello», apunta Julia Cabetas, directora y orientadora del centro Kumon Toledo – Buenavista.
Tener hábitos diarios de actividad, favorece que los alumnos sean más responsables y organizados, y que estén más comprometidos con sus tareas durante todo el año. «Si a un niño le ha encantado el tema de la prehistoria que han dado durante el curso, por ejemplo, las vacaciones son un periodo estupendo para estimular su curiosidad y sus capacidades. Podemos ayudarle a buscar libros relacionados con esa temática y animarle a ampliar sus conocimientos por sí mismo, favoreciendo una actitud autodidacta tal como hacemos en los centros Kumon», añade Virginia Mendoza, directora y orientadora del centro Kumon Toledo – Benquerencia.
La lectura, fantástica herramienta para ejercitar la mente en vacaciones
Entre las actividades que pueden ayudar a los niños a ejercitar la mente en vacaciones, se encuentra la lectura que, además de ser un fantástico entretenimiento, les ayudará a desarrollarse tanto intelectual como emocionalmente. Priorizar la comprensión lectora es una forma muy efectiva de seguir aprendiendo incluso en verano y de prepararse para el inicio del curso. He aquí algunos beneficios de la lectura diaria:
- Leer entretiene y ayuda a desarrollar la imaginación. Leer es vivir mil aventuras a través de los libros, sin necesidad de salir de casa. Uno de los mayores beneficios de la lectura es que ayuda a desarrollar la imaginación de los niños porque les permite viajar, conocer nuevos mundos y sentirse parte de los textos que leen.
- Leer contribuye al desarrollo emocional de los niños. Otro de los beneficios de la lectura es que activa la empatía y es una fuente de crecimiento emocional enorme. Cuando los niños leen distintos tipos de libros, entran en contacto con una gran variedad de personajes y aprenden a entender por qué cada uno actúa de una u otra forma.
- Leer ayuda a desarrollar la capacidad de concentración. El hábito lector es fundamental en el desarrollo de la capacidad de concentración. Los niños pueden beneficiarse del desarrollo de la capacidad de concentración que les brinda la lectura y, con ello, optimizar sus tiempos de aprendizaje y conseguir mejores resultados académicos.
- Leer ayuda a desarrollar la capacidad autodidacta. La comprensión lectora es la base del aprendizaje. Por ello, es muy importante que un niño pueda leer y comprender cualquier tipo de texto con el que se encuentre.