En un mundo donde las redes sociales y la opinión pública pueden tanto elevar como hundir carreras en cuestión de segundos, el prestigioso coreógrafo Nacho Duato se ha sumergido en el ojo del huracán emocional y mediático que sigue al desempeño de España en Eurovisión 2025. A través de un vídeo publicado en sus plataformas, Duato ha enviado un mensaje lleno de sinceridad y experiencia a Melody, la representante española en el certamen, cuya actuación no cumplió con las expectativas, dejándola en el puesto 24 de 26.
Duato, con una carrera impecable y un conocimiento profundo del mundo del espectáculo, no ha dudado en expresar su aprecio personal por Melody, cuya voz y carisma no pasan desapercibidos para él. Sin embargo, ha sido implacable en su crítica hacia la gestión de su carrera y su última propuesta musical, «Esa diva», a la que ha tildado de desfasada, incluso comparándola con figuras icónicas del pasado como Beyoncé, resaltando la falta de innovación y frescura en la propuesta de Melody.
El video, que rápidamente se ha viralizado, destaca no solo por su franqueza en cuanto a la calidad artística de la representación española en Eurovisión, sino también por tocar un tema sensible y de gran actualidad: el conflicto en Gaza. Duato ha criticado la decisión de Melody de mantenerse al margen de las expresiones políticas, señalando la importancia del compromiso social y político de los artistas, especialmente en contextos tan globales y mediáticos como Eurovisión.
La reacción de Melody a estas palabras aún está por verse, pero lo que es claro es que Nacho Duato ha puesto sobre la mesa una discusión necesaria sobre el papel del arte y los artistas en la sociedad. Con su video, Duato no solo busca generar una reflexión sobre el resultado en Eurovisión sino también sobre el compromiso y la responsabilidad que conlleva tener un altavoz en el escenario mundial.
Esta situación resalta aún más la complejidad del entorno mediático actual, donde el éxito y el fracaso se magnifican y donde las críticas, sean constructivas o no, tienen un peso considerable. El mensaje de Duato, lejos de cerrar la conversación, la abre a nuevos matices, recordándonos que detrás de cada nota y cada paso coreográfico, hay decisiones, personas y contextos que moldean la realidad del espectáculo.