El Hospital Universitario de Toledo, parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha dado un importante paso hacia la vanguardia de la tecnología médica con la instalación de un equipo de Tomografía por Emisión de Positrones (PET) digital y Resonancia Magnética (RM) de 3 teslas en su servicio de Medicina Nuclear. Este avance, que representa una inversión de 7,6 millones de euros, ha sido cofinanciado en un 85% por la Unión Europea a través del programa del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para la región entre 2021 y 2027.
El nuevo equipo se encuentra ubicado en el Edificio E del hospital y su instalación ha requerido la realización de complejas obras de adecuación del espacio. Entre las medidas implementadas se incluyen cerramientos especiales con protección radiológica, utilizando tabiques de 4 mm de plomo, así como protecciones magnéticas y de radiofrecuencia. Además, se han realizado labores de ajuste en las instalaciones de saneamiento, fontanería, electricidad, ventilación y climatización, garantizando que el entorno cumple con los estrictos estándares requeridos por el Consejo de Seguridad Nuclear.
Esta incorporación tecnológica posiciona a Castilla-La Mancha entre las pocas comunidades autónomas españolas que dispondrán de un equipo híbrido PET-RM dentro de su sistema sanitario público, algo que representa una significativa ampliación de sus capacidades diagnósticas, en particular para la valoración de patologías oncológicas. Este sistema híbrido combina las ventajas del PET y la RM, ofreciendo una única exploración que es reconocida como una de las más avanzadas disponibles en la actualidad.
Las aplicaciones del PET-RM son diversas, centrándose principalmente en la oncología. Este equipo facilita la detección de tumores en áreas críticas como el cerebro, cabeza y cuello, así como en cánceres osteoarticulares, de próstata, mama, recto y cérvix. En el ámbito pediátrico, se utiliza para identificar tumores cerebrales, neuroendocrinos y osteoarticulares, entre otros. Sin embargo, su versatilidad no se limita a la oncología, ya que también se ha demostrado su utilidad en el diagnóstico de diversas patologías cardíacas, neurológicas y osteomielitis vertebral.
Con la puesta en funcionamiento de este equipamiento de alta tecnología, el Hospital Universitario de Toledo refuerza su compromiso con la excelencia en la atención médica, asegurando que sus pacientes cuenten con acceso a métodos diagnósticos de última generación en un entorno seguro y controlado. Este avance no solo beneficia a los pacientes del hospital, sino que también contribuye al fortalecimiento del sistema de salud pública en Castilla-La Mancha, mejorando así la calidad de vida de la población.
