Comienza el juicio del acusado de asesinato de la empleada de ONCE en Albacete después de que el jurado se haya conformado.

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El juicio contra A.G.S., acusado del asesinato de María Isabel de la Rosa, una trabajadora de la ONCE que desapareció en agosto de 2021 en Albacete, ha comenzado con el jurado popular constituido. La sesión ha tenido lugar en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete y está compuesta por 9 titulares, cinco hombres y cuatro mujeres, además de dos suplentes, hombre y mujer. Cuatro de ellos son de Albacete capital, mientras que el resto son vecinos de Yeste, Villarrobledo, Almansa, Chinchilla y El Bonillo.

La sesión ha comenzado con los alegatos de las partes, quienes han explicado a las personas del jurado cuál es la función de cada uno, exponiendo a su vez los hechos que se juzgarán. El Ministerio Fiscal y las acusaciones particulares consideran que lo ocurrido constituye un caso de asesinato y piden la pena de prisión permanente revisable. Mientras tanto, los abogados de la defensa mantienen que se trata de un homicidio y han pedido que se tengan en cuenta los atenuantes de arrebato y obcecación, así como de confesión y arrepentimiento.

Según el escrito de acusación, el día de los hechos, A.G.S., aprovechando la relación de amistad que mantenía con la víctima, invitó a María Isabel a su casa para pagarle unos cupones que le debía e invitarla a una cerveza. Una vez en el domicilio, A.G.S. pagó a la víctima los 50 euros que le debía y le pidió abrir un par de cupones que la vendedora llevaba. Tras un rato, cuando el acusado había acumulado ya más de 200 euros, María Isabel le dijo que tenía que pagarle, iniciándose una discusión entre ambos.

Fue entonces cuando el procesado empujó a María Isabel, quien cayó al suelo debido a los problemas de movilidad que padecía. La víctima le advirtió que lo denunciaría, momento en que A.G.S. se abalanzó sobre ella y, sujetándole los brazos con las rodillas para impedir que se moviera, le apretó del cuello durante varios minutos hasta asfixiarla. Una vez comprobó que María Isabel estaba muerta, envolvió su cadáver en unos plásticos y lo llevó a una habitación de la casa.

Días después de lo ocurrido, el acusado encargó azulejos, cemento y arena con los que construyó un muro tras el que escondió el cuerpo. En ese mismo habitáculo, el acusado también metió varios rascas, el móvil, el TPV y el chaleco de la Once de María Isabel. Asimismo, antes de esconder el cuerpo, A.G.S. se quedó con los 50 euros que había pagado con anterioridad a la víctima, así como con los cupones y el dinero en efectivo que esta llevaba encima, todo ello por un valor total que asciende a 1.917 euros.

María Isabel tenía 44 años y vivía con sus padres y sus hermanos en Albacete cuando desapareció. Tenía diagnosticada una hemiplejia derecha por parálisis cerebral mixta de etiología sufrimiento fetal y una inteligencia límite por parálisis cerebral en forma hemipléjica de etiología no filiada, patologías por las que tenía reconocida una minusvalía del 70%. El juicio continuará este martes 6 de junio con la declaración del acusado.

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