En un claro reflejo de su estrategia política y administrativa, el presidente Trump llevó a cabo una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, donde destacó los logros alcanzados en su primer mes de gobierno. Con un tono optimista y resolutivo, el mandatario agradeció la labor de su equipo y afirmó que se están sentando las bases para un futuro más exitoso, no solo en el corto plazo, sino también a largo plazo.
Uno de los temas centrales del encuentro fue la situación en Ucrania. Trump confirmó la visita del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, programada para el viernes, y anticipó la firma de un acuerdo significativo en materia de recursos estratégicos como los minerales raros. El presidente subrayó la importancia del apoyo financiero de Estados Unidos, que ascendería a aproximadamente 350 mil millones de dólares, en comparación con los 100 mil millones comprometidos por Europa, y enfatizó que es crucial que los aliados europeos aumenten su contribución.
La administración de Trump también se mostró decidida a abordar lo que consideran una mala gestión, señalando que la anterior administración dejó al país en una posición desfavorable en términos financieros y estratégicos. En este contexto, el presidente destacó la necesidad de recuperar los gastos que, según él, deberían ser compartidos de manera más equitativa entre Estados Unidos y sus socios europeos en la esfera de la defensa.
Uno de los aspectos más controvertidos de la reunión fue la discusión sobre la reducción del gasto gubernamental y la eliminación del fraude. El presidente hizo hincapié en la importancia de una revisión exhaustiva del personal federal, comentando sobre aquellos que no han respondido a las solicitudes de información sobre su desempeño. Con una actitud combativa, Trump mencionó que quienes no respondan o no justifiquen su trabajo están «en la cuerda floja» y que se buscarán formas de eliminar la ineficiencia del gobierno.
El presidente también abordó la energía estadounidense, afirmando que se están creando las condiciones para un crecimiento energético sin precedentes que pronto será evidente. La lucha contra la inflación ocupó otro lugar destacado en su discurso, señalando que la administración está trabajando para reducir los precios de los alimentos, incluyendo los huevos, que han visto un aumento drástico.
El énfasis en la reducción de gastos fue complementado con la aparición de Elon Musk, quien habló sobre el programa DOGE, un esfuerzo para auditar los gastos gubernamentales y buscar recortes en áreas donde se detecte fraude. Musk señaló que el objetivo es encontrar un trillón de dólares en ahorros, un esfuerzo que podría requerir cerca de cuatro mil millones de dólares en reducciones diarias hasta el final del año fiscal 2026.
A lo largo del encuentro, el presidente Trump mantuvo una retórica frenética, alternando entre detalles técnicos de política económica y afirmaciones personales sobre su mandato. Afirmó que su administración está comprometida a revertir políticas de su predecesor y reestructurar el enfoque gubernamental hacia un modelo más responsable y menos gasto. Con una serie de propuestas que incluyen permisos para la inmigración basadas en inversión, Trump busca no solo resolver problemas inmediatos sino también establecer un legado que pretenda restaurar la fe en el gobierno y la economía estadounidense.
Al final de la reunión, el presidente reafirmó su compromiso con la transparencia y la eficiencia, cerrando con la promesa de un futuro más brillante que, según él, se construye día a día.
Fuente: WhiteHouse.gov
