La Sociedad Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT), operadora de la instalación nuclear de Trillo, ha expresado su descontento ante un reciente aumento del 30% en la tasa impuesta por la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Este incremento se produce tras la autorización por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) para continuar la explotación de la planta hasta el 16 de noviembre de 2034.
En un comunicado, CNAT ha señalado que, según el Protocolo de Cierre firmado en 2019, se había acordado que la central de Trillo cerraría en 2035 y que la tasa de Enresa se mantendría en un valor fijo, luego de una subida del 20% que se realizó tras la firma de dicho protocolo. Sin embargo, la operadora advierte que esta nueva subida del 30%, que entrará en vigor en junio de 2024, junto con los impuestos que ya soporta la actividad nuclear, coloca a la empresa en una situación financiera insostenible.
A pesar de su crítica a la alza de tasas, CNAT ha destacado que la autorización del Miteco representa un reconocimiento al trabajo realizado por el equipo de la Central de Trillo, así como al esfuerzo inversor que se ha llevado a cabo en los últimos años para mejorar la seguridad, la actualización y la modernización tecnológica de la planta.
La central de Trillo, según la CNAT, desempeña un papel fundamental en el suministro de energía eléctrica en España, generando el 3% de la electricidad consumida en el país, lo que equivale al consumo de aproximadamente 2 millones de hogares y evitando la emisión de 2,6 millones de toneladas de CO2. Asimismo, la operadora destaca el impacto positivo que la instalación tiene en la economía local, generando cerca de 1.300 empleos directos, además de 1.000 trabajos temporales adicionales durante los periodos de recarga.
En relación a la seguridad, CNAT resalta que la planta se encuentra en los «más altos niveles de excelencia» establecido por la Asociación Mundial de Operadores Nucleares. La central ha invertido más de 40 millones de euros anuales, en promedio, en mejoras de su infraestructura, tecnología y seguridad. Esto, según la operadora, demuestra el compromiso con la eficiencia y la sostenibilidad de sus operaciones en el ámbito nuclear.