El Gobierno de Castilla-La Mancha ha trasladado su «absoluto respeto» por la concentración este miércoles del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) en su defensa por el trasvase Tajo-Segura, ya que si se desarrolla de manera pacífica está dentro de un «ejercicio democrático».
A preguntas de los medios en rueda de prensa, la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, ha señalado que la respuesta del Consejo de Estado a las alegaciones presentadas por las comunidades autónomas al proyecto de Real Decreto aprobatorio de los planes hidrológicos –entre ellas Castilla-La Mancha– no tardarán demasiado.
Aunque la Junta no quiere meter presión a este órgano, consideran que tiene un «trabajo sencillo», porque las sentencias del Supremo son «muy clarificadoras» y, ha avanzado Fernández, «sería muy raro» que el Consejo de Estado dijera algo distinto al acuerdo que se abordó en el Consejo del Agua para respetar los caudales ecológicos.
De este modo, ha incidido en que la única postura que cabe es la de un acuerdo nacional con la única ideología del «sentido común», rechazando el «partidismo y el egoísmo».
La región, gobernada por Emiliano García-Page, defiende la redistribución de recursos y la sostenibilidad teniendo en cuenta las necesidades de la cuenca cedente y los caudales ecológicos, sin renunciar a ninguno de los avances de los últimos años»
La premisa básica es no desdeñar lo que han estimado los tribunales, «promoviendo la desalación, la ciencia y la innovación», ha remarcado Fernández.