CLM exige al Gobierno aclarar con más detalle la reforma que convalida penas a etarras y su justificación ante la sociedad.

CLM insta a Gobierno a explicar con más concreción por qué se ha llevado a cabo la reforma que convalida penas a etarras

La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, ha exigido este miércoles al Ejecutivo de Pedro Sánchez una explicación más detallada sobre la reciente reforma que convalida las penas de etarras y si esta medida es realmente necesaria. Durante la rueda de prensa en la que se presentaron los acuerdos aprobados por el Consejo de Gobierno esta semana, Padilla ha manifestado que es preocupante que la ciudadanía no esté al tanto de muchas leyes hasta que ya tienen consecuencias, resaltando que incluso la oposición ha tomado conciencia de estas situaciones demasiado tarde.

La información revelada al Gobierno de Castilla-La Mancha sugiere que la reforma es una transposición de normativa de la Unión Europea, que, según Padilla, dejó claro que los delitos de terrorismo en España tienen un tratamiento especial. En este sentido, ha reiterado la necesidad de una explicación más concreta por parte del Gobierno sobre los motivos que justifican la reforma y su necesidad, comentando que aún no le resulta claro al respecto.

Respecto a la participación del diputado toledano José Manuel Velasco, del PP, en la tramitación parlamentaria de la ley sobre el intercambio europeo de antecedentes penales, que beneficia a presos de ETA, y a la presión que algunos dirigentes de su partido han ejercido pidiendo su dimisión, Padilla ha evadido comentar sobre las decisiones internas del PP, afirmando que ellos son los que deben determinar quién debe dimitir.

Además, ha criticado al Partido Popular por intentar justificar su error alegando que han sido engañados, calificando tal afirmación como «lamentable», ya que sugiere que o bien no comprendieron lo que estaban respaldando o no estudiaron adecuadamente el asunto. Padilla ha subrayado que el uso del terrorismo por parte del PP para fines políticos es despreciable, un sentimiento que, según indica, es compartido por las propias víctimas del terrorismo.

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