El pasado 28 de febrero, la Guardia Civil de Cuenca procedió a la detención de un hombre de 50 años en la localidad de Cañamares, bajo la acusación de un presunto delito de desobediencia grave a la autoridad y otro delito de tenencia ilícita de armas. Esta acción se realizó después de que al individuo le fuera revocada la licencia de armas y se negara en repetidas ocasiones a entregar su escopeta a la Intervención de Armas y Explosivos.
La secuencia de hechos comenzó en agosto de 2023, cuando el cuerpo de seguridad intentó por primera vez notificar al ahora detenido la resolución de denegación de la licencia de armas, según informaciones proporcionadas por el Instituto Armado. A pesar de difíciles tentativas de comunicación, incluyendo intentos por correo, el hombre fue finalmente notificado en persona, en dos instancias distintas. A despecho de ello, mantuvo su negativa a renunciar a su arma e, incluso, llegó a mostrar una actitud agresiva y desafiante ante agentes de la Guardia Civil en dependencias oficiales.
La recurrencia de estos hechos y el historial de antecedentes policiales y judiciales del varón llevaron a la Guardia Civil a solicitar ante la autoridad judicial una orden de entrada y registro en el domicilio del sujeto, culminando con su detención cuando este salía de su vivienda. Aunque el individuo se resistió a colaborar, la Guardia Civil finalmente localizó el arma escondida en el armario del dormitorio y procedió a su incautación.
El arma incautada ha sido depositada en la Intervención de Armas y Explosivos de Cuenca y tanto el detenido como las diligencias practicadas han sido puestas a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción en funciones de Guardia de Cuenca.
La exitosa operación fue llevada a cabo por un esfuerzo conjunto entre miembros del Equipo Roca y de la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Cuenca, demostrando una vez más la eficacia en las labores de control de armas y protección de la seguridad pública.
