En el Parque de Atocha de Ciudad Real, un emotivo acto conmemorativo rindió homenaje a las 193 víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004, en el 21º aniversario de aquel trágico día. Dignatarios locales y provinciales, incluyendo al presidente de la Diputación, Miguel Ángel Valverde, al alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, y al subdelegado del Gobierno, David Broceño, se congregaron para recordar a quienes perdieron su vida y reafirmar el compromiso con la paz.
Durante la ceremonia, Valverde leyó el manifiesto institucional de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), un recordatorio solemne de la tragedia y una reafirmación del compromiso con los valores de convivencia y paz que las administraciones públicas han prometido defender. «Las administraciones han reafirmado su compromiso con los valores de la paz y la convivencia», declaró Valverde, destacando la necesidad de unidad y colaboración para construir un futuro más seguro y esperanzador.
El acto tuvo como eje central la colocación de una corona de laurel en el monumento conmemorativo, un gesto simbólico de respeto y memoria. Valverde enfatizó que en la unidad, las víctimas y sus familias han encontrado un cariño resonante de toda Europa, una unión que rechaza la violencia y defiende la libertad, justicia, derechos humanos y democracia.
A lo largo de su intervención, Valverde instó a mantener viva la memoria de las víctimas del terrorismo como un recordatorio constante de la necesidad de convivencia y justicia. «La voluntad común de trabajar a favor de la paz y la justicia en todos nuestros pueblos y ciudades» fue subrayada como un objetivo prioritario.
Por su parte, el alcalde Cañizares reiteró el derecho de las víctimas a ser recordadas, resaltando que el dolor infligido hace 21 años debe servir de catalizador para construir una sociedad más fuerte y unida. «La memoria de quienes nos dejaron ha debido guiarnos hacia una sociedad mejor, libre de violencia y odio», expresó.
El acto contó con la participación de representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como de varios miembros de la sociedad ciudadrealeña. Un momento destacado fue la iniciativa de los asistentes de anudar mensajes de homenaje en las ramas del «olivo de la memoria», que será plantado como un símbolo vivo de recuerdo y esperanza.
Este encuentro no solo reafirmó el compromiso inquebrantable de Ciudad Real con la memoria histórica y la paz, sino que también sirvió como una poderosa declaración de intención: construir una sociedad donde la violencia no tenga cabida y la justicia prevalezca. Entre los presentes también estuvieron la portavoz del Gobierno de la Diputación, Rocío Zarco, y las diputadas provinciales Noelia Serrano y Begoña Martín, quienes se unieron en un frente común contra el terrorismo y en apoyo a un mundo más justo y pacífico.
Fuente: Diputación de Ciudad Real
