La magia de las Noches de La Talaverana: un encuentro intergeneracional que ilumina Ciudad Real
En una noche que prometía ser especial, Ciudad Real volvió a brillar con la celebración de la inauguración de los tradicionales Bailes de La Talaverana, un evento que cada año se ha consolidado como uno de los momentos más queridos de la Feria y Fiestas de la ciudad. La cita, que tuvo lugar en el espectacular entorno del Parque de Gasset, volvió a llenar de alegría y música las calles, reuniendo a vecinos de todas las edades en un ambiente renovado y acogedor.
Este año, la organización ha puesto especial énfasis en mejorar la experiencia de los asistentes. La responsable de los Servicios Sociales del ayuntamiento, Aurora Galisteo, destacó que esta es ya la tercera edición de unos bailes recuperados y promovidos por el equipo de gobierno liderado por Paco Cañizares. “Cada año trabajamos para hacer de estas veladas un momento único, garantizando que puedan disfrutarlos todos, especialmente nuestras familias y nuestros mayores”, afirmó con entusiasmo.
Uno de los cambios más destacados en esta edición es la apertura del recinto sin vallado, una decisión que ha facilitado el acceso a toda la ciudadanía y ha fomentado el carácter intergeneracional del evento. Ahora, los hijos y nietos pueden acompañar a los mayores en esta celebración llena de música, baile y buen humor, fortaleciendo los lazos familiares y comunitarios en un ambiente festivo y seguro.
La noche inaugural contó con la presencia de numerosos vecinos que, con sus sonrisas y ganas de pasarlo bien, llenaron el parque de una energía contagiosa. La buena noticia para los que quieran seguir disfrutando de estas veladas es que el programa se extenderá durante cuatro días consecutivos. La próxima jornada, el domingo 17, estará amenizada por la Orquesta Filarmónica de La Mancha, que promete llenar el parque de melodías encantadoras y animadas. Los días 18 y 19 llegarán nuevas orquestas, ampliando así la oferta musical que convierte a La Talaverana en un referente de la cultura popular en Ciudad Real.
Pero la alegría no solo reside en la música y el baile. Otro aspecto que ha sido muy apreciado por los asistentes es la gestión del servicio de barra, esta vez en manos de la Hermandad de la Santa Cena y María Santísima del Dulce Nombre. Gracias a su colaboración, los vecinos pueden disfrutar de consumiciones a precios muy económicos — desde 1,50 euros —, un detalle que facilita que todos puedan refrescarse y compartir en un entorno que recuerda a las verdaderas festividades de barrio, cercanas y cálidas.
Aurora Galisteo también expresó su agradecimiento a los diferentes departamentos municipales que han trabajado arduamente desde marzo para que esta edición fuera posible, desde mantenimiento y limpieza hasta los equipos dedicados a mayores y familias. La confianza en que superarán las 400 personas asistentes refleja cómo estos bailes se han convertido en un evento imprescindible para grandes y pequeños, un espacio donde la tradición y la convivencia llenan de vida nuestras calles.
Mientras las notas musicales aún resuenan en el aire, queda claro que La Talaverana no es solo una fiesta más, sino un símbolo de unión, alegría y continuidad cultural. Una noche en la que las generaciones se cruzan en el ritmo de la guitarra y el baile, recordándonos que, en Ciudad Real, la fiesta también es un acto de amor comunitario.
