“Cuando escucho la vieja voz de mi sangre que canta y llora recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma y en el mundo voy sembrando rosas en vez de dolor», reza el estribillo de Orobroy, de Dorantes, interpretado al piano por Ana Tejada, tema elegido para dar inicio al acto de nombramiento de “Ciudadanos Ejemplares 2020”, reconocimiento que este año ha recaído en todos y cada uno de los y las profesionales que han trabajado y continúan trabajando en primera línea contra la pandemia de la COVID-19.
“Cuando escucho la vieja voz de mi sangre que canta y llora recordando pasados siglos de horror, siento a Dios que perfuma mi alma y en el mundo voy sembrando rosas en vez de dolor», reza el estribillo de Orobroy, de Dorantes, interpretado al piano por Ana Tejada, tema elegido para dar inicio al acto de nombramiento de “Ciudadanos Ejemplares 2020”, reconocimiento que este año ha recaído en todos y cada uno de los y las profesionales que han trabajado y continúan trabajando en primera línea contra la pandemia de la COVID-19.
“Hoy es un día de homenaje”, reconocía la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, “a pesar de se han suspendido las actividades y actos de la feria, este acto no podíamos dejarlo pasar, teníamos que hacer el reconocimiento a aquellos hombres y mujeres que han estado y siguen estando en primera línea luchando contra esta pandemia, hombres y mujeres que se han dedicado en exclusividad, hombres y mujeres algunos que se han dejado incluso la vida por atendernos a los demás, y que mejor día que el Día de “Ciudadano Ejemplar” para nombrarlos como tales, ese es el homenaje de su ciudad”.
Representantes de todos los sectores y servicios de la sociedad, desde sanitarios a bomberos, farmacéuticos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, a agricultores, personal de limpieza, transporte, alimentación, ong’s, en definitiva trabajadores y trabajadoras que han estado y siguen estando ahí a pie de calle fueron los protagonistas de esta edición de “Ciudadanos Ejemplares”, sembrando rosas frente al dolor.
Un acto sencillo y emotivo, pero “entrañable y de justicia” como destacaba la Portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández “el Gobierno de Castilla-La Mancha “hoy tenía que estar aquí, darle las gracias al Ayuntamiento y a la alcaldesa por haber mantenido este acto y haber estimado que era justo y razonable hacerles un homenaje a todas las personas que han sido imprescindibles para gestionar esta pandemia, reconocer esa responsabilidad, ese trabajo entregado, y decirles que son nuestros quijotes y quijotas”.
La subdelegada del Gobierno, María Ángeles Herreros, también se refería a este día tan especial para la ciudad y “este año no se nos podía ocurrir otra mejor opción que homenajear a todas aquellas personas tan esenciales y necesarias antes esta crisis que estamos viviendo, que nos ha cambiado a todos, la forma de ver y apreciar la vida de otra manera”, al tiempo que agradecía la labor de los cuerpos y fuerzas de Seguridad “que han velado por nosotros, no sólo desde el ámbito humanitario sino también preservando la seguridad y realizando una labor pedagógica insistiendo en nuestra responsabilidad”, lanzando un llamamiento a la ciudadanía, y sobre todo, a los jóvenes a continuar en esta línea.
En este sentido, la alcaldesa de Ciudad Real insistía en la necesidad de ser responsables y seguir actuando respetando todas las medidas de seguridad, “porque este homenaje no tendría sentido si dentro de unos días por irresponsabilidad estos profesionales tuvieran que volver a sacrificarse y trabajar como lo hicieron anteriormente”, de ahí, dijo, que uno de los mejores homenajes que puede hacer la ciudad no solo sea la entrega del Quijote sino su responsabilidad”. Un Quijote, “símbolo de la lucha frente a la adversidad, que deberíamos repartir en muchas partes”, reconocía Zamora, y que en esta edición tan especial irá al museo que lleva su nombre para recordar siempre este homenaje.