Ciudad Real recupera su historia: la escultura “La Primavera” renace tras un siglo de olvido y deterioro
En una emotiva ceremonia que ha unido pasado y presente, Ciudad Real ha dado un paso importante en la conservación de su patrimonio cultural. La semana ha sido testigo del final de las intensas labores de restauración de “La Primavera”, la emblemática escultura del Parque de Gasset, una pieza que lleva más de cien años resonando en la memoria de la ciudad y que ahora vuelve a florecer, brillante y renovada.
La escultura, obra del talentoso escultor local Jerónimo López Salazar, fue inaugurada el 14 de agosto de 1925, en coincidencia con la feria anual de la ciudad. Desde entonces, ha sido un símbolo de renovación, de los ciclos de la naturaleza y de la historia artística que atesora Ciudad Real. Sin embargo, con el paso de los años, los efectos del clima, la humedad y la negligencia convirtieron a “La Primavera” en una figura marcada por el deterioro y la suciedad, con líquenes y algas cubriendo su superficie, una sombra de la obra vibrante y delicada que originalmente fue.
La recuperación, impulsada por el Ayuntamiento con una inversión de 30.000 euros, no solo ha devuelto a la escultura su aspecto original, sino que también ha puesto de manifiesto un compromiso más amplio con la protección y valoración del patrimonio local. Este proyecto ha incluido también la restauración de otros íconos de la ciudad, como la cruz del parque, la imagen de La Apolonia en el cementerio y la Virgen de García Donaire en la plaza del Carmen, piezas que, como “La Primavera”, forman parte del alma de la historia ciudadrealeña.
Pedro Lozano, concejal de Cultura, destacó la importancia de estas intervenciones: “Invertir en patrimonio no es un gasto, es una inversión en nuestra historia, en cultura y en el turismo local”. Agradeció además al equipo técnico y a la empresa responsable, Conservation Pro, por su experiencia y dedicación en la recuperación de estas obras que nos conectan con nuestro pasado.
Durante la visita, la hija del escultor, Carmen López-Salazar Pérez, expresó su emoción y gratitud. La familiaridad con la obra, que fue un símbolo de modernidad en su tiempo por su audaz desnudo femenino, hoy representa también un símbolo de esperanza y renacimiento. “Mi padre siempre soñó que su obra fuera valorada y cuidada”, afirmó con nostalgia y orgullo, al tiempo que rememoraba cómo “La Primavera” celebra el despertar de la naturaleza y la llegada de la estación con su figura femenina emergiendo entre flores.
El proceso de restauración fue complejo, especialmente por la ubicación en el centro de una fuente, lo que requería técnicas específicas y delicadas intervenciones biocidas y de consolidación. La labor de Javier García Lozano, director de Conservation Pro, fue fundamental para devolverle su forma y brillo originales, incluso revelando la firma del artista, oculta bajo décadas de suciedad.
Este acto no solo ha sido una puesta en valor material, sino también un acto de reconocimiento a la importancia de preservar las raíces culturales y artísticas en un mundo en constante cambio. La recuperación de “La Primavera” significa también fortalecer el tejido social, fomentar el orgullo local y ofrecer una oportunidad para que las nuevas generaciones conozcan, valoren y cuiden su legado.
“Este no es solo un trabajo de restauración, es un acto de amor hacia nuestra historia y nuestras obras”, concluyó Lozano, mientras la escultura resplandecía con renovado esplendor en el corazón del parque. Una vez más, Ciudad Real demuestra que su cultura y su historia son un tesoro vivo, digno de ser protegido y celebrado por todos.