Ciudad Real cierra sus fiestas con un espectacular show de fuegos artificiales, en un ambiente de prudente optimismo
La localidad de Ciudad Real se prepara para despedir sus tradicionales Ferias y Fiestas en un ambiente lleno de alegría y expectativas. La noche del viernes, la ciudad vivirá uno de sus momentos más esperados: el espectáculo pirotécnico que pone fin a unos días repletos de actividades y celebración en honor a la Virgen del Prado, su patrona.
Este año, la decisión de mantener la tradición en medio de los festejos no ha sido tomada a la ligera. Tras semanas de preocupación por la situación de los incendios forestales en la región, las autoridades locales han confirmado que el índice de propagación de incendios forestales se encuentra en un nivel moderado, una circunstancia que ha permitido autorizar la celebración del espectacular cierre con fuegos artificiales.
Miguel Hervás, concejal de Seguridad Ciudadana, ha expresado su satisfacción por esta decisión: “Desde el Ayuntamiento confirmamos la celebración de la traca final que tendrá lugar esta noche, viernes 22 de agosto, con plena seguridad y garantizando la protección de todos nuestros vecinos”. Hervás ha destacado que, en coordinación con la concejalía de Festejos, se han tomado todas las medidas necesarias para que el espectáculo transcurra de forma segura y responsable.
La pirotecnia, que este año iluminará el cielo con aproximadamente 137 kilos de pólvora en unos 15 minutos, fue presentada como una oportunidad perfecta para que familias y visitantes disfruten de una despedida emotiva y llena de tradición. La concejal de Festejos, Mar Sánchez, invitó a toda la comunidad a participar en este acto simbólico de clausura, subrayando que “las celebraciones, un año más, han llenado de vida las calles de Ciudad Real, con una participación destacada en todos los actos programados”.
La noche de los fuegos artificiales no solo representa un final festivo, sino también un símbolo de resistencia y esperanza en tiempos complejos. La responsabilidad y el sentido común han sido claves para que esta tradición lluviosa de pólvora siga iluminando los corazones de vecinos y visitantes, sin olvidar nunca la importancia de cuidar nuestro entorno.
Así, Ciudad Real cierra sus ferias con una muestra de unión, tradición y cautela, poniendo en valor su espíritu de comunidad y su compromiso con la seguridad y el bienestar de todos. Que las luces y colores vuelvan a iluminar el cielo, como símbolo de esperanza y celebración en una ciudad que sabe mirar hacia adelante, celebrando en orden y respeto por su patrimonio y su entorno natural.
