La emblemática iglesia de la localidad, reconocida por su arquitectura histórica y valor cultural, cerrará sus puertas al público a partir del próximo lunes 15 de septiembre debido a una decisión conjunta tomada por la Dirección Facultativa y la parroquia. El cierre se extenderá durante el periodo necesario para completar la fase actual de los trabajos de restauración y renovación que se están llevando a cabo en el edificio.
Durante el tiempo que permanezca cerrada la iglesia, se suspenderán todas las eucaristías y otras celebraciones litúrgicas que habitualmente se realizan en el recinto. Si bien esta medida puede suponer un inconveniente para la comunidad religiosa local, se ha considerado necesaria para permitir que las obras avancen con mayor rapidez y bajo las condiciones de seguridad adecuadas tanto para los obreros como para los feligreses.
Esta fase de restauración es crucial para preservar la integridad estructural del edificio y mantener vivas sus cualidades estéticas e históricas, que son un legado invaluable para las generaciones presentes y futuras. Aunque no se ha proporcionado una fecha exacta para la reapertura, la parroquia ha asegurado que se harán todos los esfuerzos para minimizar la duración del cierre.
La comunidad eclesiástica está trabajando en coordinación con las autoridades locales para informar a los ciudadanos sobre el programa de misas temporales y lugares alternativos donde se podrán realizar las ceremonias y encuentros religiosos mientras dure el cierre.
El proyecto de restauración ha generado expectativas positivas entre los miembros de la comunidad y amantes del patrimonio, quienes esperan ver su iglesia no solo restaurada a su antigua gloria, sino también más equipada para enfrentar los desafíos del siglo XXI. La paciencia y el apoyo de la comunidad serán fundamentales para que este proyecto, una vez finalizado, sea un motivo de orgullo y un refuerzo de la fe y la identidad local.