Cientos de personas participaron en una cadena humana este domingo en Cuenca para reclamar mayor protección del agua

Este domingo, una impresionante cadena humana congregó a cientos de individuos exigiendo un compromiso más sólido por parte de los entes gubernamentales para la salvaguarda del agua. La iniciativa, liderada por la Asociación Pueblos Vivos Cuenca bajo el lema «Proteger el agua, es proteger la vida. Las macrogranjas dañan y agotan el agua de nuestros pueblos», dio inicio en la Plaza Mayor a las 12:00, extendiéndose por el puente de San Pablo, el Paseo del Huécar y la calle de los Tintes.

El evento culminó en el Parque del Huécar, donde se leyó un manifiesto en defensa de los municipios conquenses, actualmente amenazados por la expansión de la ganadería industrial en la región. La protesta subrayó la necesidad de adoptar prácticas de cría de cerdos y aves más sostenibles, tanto social como ambientalmente. Además, se realizó una representación teatral satírica titulada «La magia de la economía circular».

Esta movilización marca la sexta ocasión en que la Asociación Pueblos Vivos Cuenca se manifiesta en la capital provincial. Este año, la movilización se vinculó con el Abrazo a la Madre Tierra, un evento de alcance nacional, y precede al Día Mundial del Agua, celebrado el 22 de marzo, reforzando su mensaje de conservación y respeto por los recursos hídricos.

Remedios Bobillo, presidenta de la Asociación Pueblos Vivos Cuenca, explica: “Tenemos que defender el agua, antes de que sea demasiado tarde. Nuestros pueblos dependen de las aguas subterráneas y actividades como la ganadería industrial consumen mucha agua y además elevan los niveles de nitratos a consecuencia de los vertidos de purines”. Bobillo agradeció a todas las personas que se unieron a esta cadena humana “para defender el futuro de nuestros pueblos, en el que prime el bienestar general de los habitantes por encima del enriquecimiento particular de unos pocos”.

Preocupación por los altos niveles de nitratos en agua

Muchos manifestantes portaban carteles que representaban gotas donde aparecían los valores de nitratos de muchos pueblos de la provincia de Cuenca. Y es que, según las cifras del Ministerio de Sanidad reportados por los propios ayuntamientos, 32 municipios de la provincia han superado en algún momento el nivel permitido de nitratos en agua de grifo en los últimos años, establecido en 50 mg/l. Además, otros 45 municipios han registrado valores superiores a la mitad de lo permitido, entre 25 y 49 mg de nitrato por litro, lo que demuestra que la contaminación del agua por nitratos se ha convertido en un tema a tener muy en cuenta en la provincia de Cuenca debido a sus efectos en la salud pública y en la disponibilidad de este recurso a futuro.

En ese sentido, una cuarta parte de la provincia está declarada zona vulnerable a nitratos por la Junta de Castilla-La Mancha por sus altos niveles en las masas de agua. Además, las mediciones realizadas dentro de la Red Ciudadana de Vigilancia de Nitratos muestran que el 63% de las aguas subterráneas analizadas en Castilla-La Mancha están contaminadas por nitratos.

Condena del Tribunal de Justicia Europeo

Precisamente el jueves pasado se conocía que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha condenado a España porque ocho comunidades autónomas, entre ellas Castilla-La Mancha, no han tomado medidas suficientes contra la contaminación por nitratos.

La presidenta de Pueblos Vivos Cuenca, Remedios Bobillo, afirma: “La ciudadanía tiene que reclamar a la Junta de Castilla-La Mancha que cumpla con la ley y no siga concediendo más licencias de construcción y ampliación de macrogranjas, porque vivimos en una zona que tiende a la sequía y nuestras reservas de agua subterráneas cada vez son menores y más contaminadas. Tenemos el claro ejemplo de Cataluña, y no queremos seguir por ese camino”.

Al igual que en la provincia de Cuenca, en Cataluña el número de cerdos supera al de habitantes, y fue la primera región del país donde empezaron a construirse macrogranjas. Actualmente Cataluña se enfrenta a una sequía histórica y debido al alto nivel de nitratos en sus acuíferos no pueden disponer de estas reservas de agua por lo que va a recibir en los próximos meses agua a través de barcos procedentes de la Comunidad Valenciana.

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