China realiza prueba exitosa de un misil balístico intercontinental en el Pacífico

En una maniobra que ha vuelto a poner de relieve la creciente militarización y la tensión en la región del Indo-Pacífico, el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China efectuó este miércoles el lanzamiento de un misil balístico intercontinental hacia las aguas del océano Pacífico. Este evento, confirmado por el Ministerio de Defensa chino, representa uno de los pocos que han sido hechos públicos por las autoridades del país asiático, marcando un significativo punto de inflexión en su estrategia de demostración de poderío militar.

El misil, que fue lanzado a las 08:44 hora local (00:44 GMT), llevaba una ojiva explosiva y logró su objetivo al amerizar en la zona prevista sin emplear terminología nuclear en el comunicado oficial. Según el Ministerio de Defensa, este ensayo forma parte de las acciones rutinarias dentro del plan de entrenamiento anual del EPL, y se había notificado con anticipación a los actores internacionales relevantes.

Este lanzamiento cobra especial relevancia en el contexto actual, marcado por el primero de este tipo en ser divulgado públicamente. El ministerio añadió que la operación tenía como finalidad evaluar el desempeño del armamento y la efectividad del entrenamiento militar, objetivos que según informes se han logrado satisfactoriamente. Sin embargo, el comunicado no ofrece detalles acerca de la trayectoria seguida por el misil ni el lugar exacto en el Pacífico donde este impactó.

La opacidad habitual en torno al programa nuclear chino ha generado críticas y preocupaciones a nivel internacional, especialmente por parte de Estados Unidos. Washington estima que China posee más de 500 cabezas nucleares operativas, con expectativas de que esta cifra pueda duplicarse hacia el 2030. Esta falta de transparencia, junto con el reciente lanzamiento, podría intensificar las tensiones existentes en la región y con los aliados estratégicos de Estados Unidos.

El evento también se sitúa en un momento de creciente tensión entre China y Taiwán, especialmente tras la elección de William Lai (Lai Ching-te) como nuevo presidente de la isla, a quien Pekín considera un «alborotador» con intenciones separatistas. China ve a Taiwán como una provincia rebelde desde 1949, tras la retirada de las tropas nacionalistas del Kuomintang derrotadas por el ejército rojo, y ha reiterado en múltiples ocasiones su intención de reintegrar la isla a su territorio, incluso mediante el uso de la fuerza si fuese necesario.

La reciente acción del EPL, por ende, no sólo constituye una demostración de su capacidad militar y tecnológica, sino que también pone en evidencia las tensiones geopolíticas que continúan escalando en una de las regiones más estratégicas y volátiles del mundo. La comunidad internacional permanece atenta ante los posibles desenlaces que esta y otras maniobras similares podrían tener para la estabilidad regional e internacional.

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