En una velada que prometía ser rutinaria en «Tu cara me suena», el programa televisivo se convirtió en escenario de un inesperado giro, cortesía de Juanra Bonet y su amigo David Fernández, trayendo al plató risas, sorpresas y un llamativo acto de disculpa. La noche del viernes 21 de junio se tiñó de humor e inesperadas interrupciones durante la gala 11 del consagrado talent show de imitaciones, dejando al público y a los presentes un recuerdo imborrable.
Juanra Bonet, conocido por manejar con soltura las riendas del programa en Antena 3, optó por compartir escenario con David Fernández, humorista que captó atención masiva tras encarnar a Rodolfo Chikilicuatre en 2008. Su elección para la noche fue emular el éxito «Baila morena» de Héctor y Tito, una tarea nada sencilla que prometía retos y, posiblemente, gratas sorpresas. No obstante, lo que no preveían era cómo este número se convertiría en un acontecimiento memorable por razones menos admirables.
La actuación comenzó con un sobresalto inesperado, con la aparición sorpresa de Fernández en el escenario, provocando que una espectadora del público terminase involucrada directamente en la actuación. Este inopinado comienzo desató un ataque de risa entre Fernández y Bonet, afectando el resto de la presentación. Esta actuación, aunque lejos de ser perfecta, se convirtió en el centro de atención de la noche, tanto que hasta el mismo Manel Fuentes, presente en el plató, comentó jocosamente cómo este acto hacía parecer «profesional» el anterior personaje de Chikilicuatre.
La hilarante actuación tuvo tantas repercusiones que, en un gesto poco habitual, el programa tomó la decisión de llamar la atención a escala internacional, presentando disculpas a todo Puerto Rico. Además, Chenoa, en su papel como presidenta del jurado, solicitó algo sin precedentes en la historia del show: que Bonet y Fernández repitieran parte de su interpretación junto a la espectadora involucrada, convirtiéndose en un acto de remembranza para los asistentes y espectadores.
Este evento no solo demostró la capacidad de improvisación de sus participantes sino también la cercanía y flexibilidad del formato de «Tu cara me suena» para adaptarse a situaciones inesperadas, logrando mantener enganchada a su audiencia con una mezcla de talento e inesperada comedia. Y a pesar de que la gala no terminaría con ellos como ganadores, tanto Bonet como Fernández recibieron elogios por el «buen rato» que lograron brindar a todos los presentes.
Mientras tanto, en otra parte del plató, David Bustamante se llevaba la victoria de la noche, tras una magistral imitación de Joaquín Sabina, marcando así otro triunfo en su ya destacada participación en esta edición de «Tu cara me suena».
Así, lo que comenzó como una simple sección de «Trae un amigo» en «Tu cara me suena», culminó en una de las noches más recordadas y comentadas de la temporada, evidenciando que los imprevistos, cuando se manejan con humor y carisma, pueden transformar la estructura de un programa y crear momentos televisivos imperecederos.
