En un encuentro significativo en Valverde de Júcar, Álvaro Martínez Chana, presidente de la Diputación de Cuenca, ha sellado un compromiso de colaboración con los cinco Grupos de Desarrollo Rural de la provincia, instándoles a asegurar la retención de cualquier empresa interesada en establecerse en el entorno provincial. Este llamado se enmarca dentro de un esfuerzo colectivo por activar un Plan de Industrialización que buscaría ripar beneficios en todas las comarcas de la zona.
En una declaración, Martínez Chana enfatizó el crecimiento exponencial de los convenios que han sido pactados, notando un aumento de hasta un 600% en su dotación, sumando un total de 500.000 euros en esta última iteración.
La relevancia de los Grupos de Desarrollo Rural fue un tema clave que resaltó el presidente. Según él, su cercanía y conexión profunda con las localidades les concede una capacidad única para identificar y responder a las necesidades locales de manera efectiva y dinámica. La colaboración mutua entre la Diputación y estos grupos, además, fortalece la posición de la provincia para optar por ayudas externas y fomentar el crecimiento empresarial.
Especial atención se le dio al escenario elegido para el acto de firma, Valverde de Júcar, que fue descrito por Martínez Chana como un municipio en proceso de reconversión rebosante de posibilidades. Sostuvo que el Plan de Sostenibilidad Turística implementado por el Grupo de Acción Rural catalizaría inversiones significativas en la comarca gracias, en parte, al simbolismo del agua y su rol crítico en el desarrollo de la región.
El presidente adelantó también ávidas mejoras en las Unidades Técnicas de Apoyo al Municipio, con la intención de consolidarlas como un soporte esencial fornecedor de servicios que cada vez escasean más en las vecindades rurales.
Por parte de los Grupos de Desarrollo Rural, Víctor Jiménez, presidente de Adesiman, expresó gratitud por el respaldo continuo de la institución y enfatizó la relación intrínseca que mantienen con los sectores a los que sirven, catalogándolos como núcleos articuladores talismanes entre los ayuntamientos y la Diputación.
Por último, Eduardo Mena, el alcalde de Valverde, tras recibir el honor de acoger la ceremonia, alabó la imprescindible influencia de los Grupos de Acción Rural en la concreción de proyectos que, de otro modo, serían inalcanzables para los consistorios por sí solos, contribuyendo enormemente al bienestar y mejora de la calidad de vida de sus conciudadanos.
