La compra de una vivienda es un paso crucial repleto de decisiones y responsabilidades. Ante este escenario, expertos del sector inmobiliario subrayan la importancia de obtener el certificado de eficiencia energética antes de firmar el contrato de arras. Este documento, obligatorio por ley, proporciona detalles sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 de la propiedad.
Además de ser un requisito legal, el certificado influye en la valoración del inmueble. Propiedades con buena clasificación energética suelen ser más atractivas, lo que se traduce en un mayor valor de mercado. La ausencia de este certificado puede derivar en una disminución en el precio de la vivienda y en potenciales gastos elevados en facturas de energía.
Técnicos especializados advierten que firmar un contrato de arras sin el certificado puede acarrear problemas. Si la vivienda no cumple con los estándares adecuados de eficiencia, el comprador podría enfrentar gastos inesperados de rehabilitación y un aumento en el consumo energético.
La falta de este documento también puede complicar la obtención de financiación. Muchas entidades bancarias lo requieren como parte fundamental de su análisis de riesgo antes de conceder una hipoteca.
Por tanto, futuros compradores deben estar informados y exigir este certificado. Revisar su contenido antes de cualquier compromiso es crucial, ya que su falta podría acarrear sanciones administrativas para el vendedor.
En definitiva, asegurar la posesión del certificado de eficiencia energética antes de firmar el contrato de arras es esencial. Este paso no solo previene sorpresas desagradables sino que garantiza una compra más segura y sostenible.