Ciudad Real celebra la llegada de las nuevas Dulcineas y Damas Manchegas: un acto lleno de emoción y tradición
En una noche cargada de alegría y esperanza, Ciudad Real ha abierto un capítulo importante en su calendario festivo con la presentación oficial de las nuevas representantes de la tradición manchega: María Cieza Ríos, Belén Trujillo Navarro y María Elena Alañón Pardo. Bajo la protección de sus antecesoras y con el corazón lleno de ilusión, estas jóvenes se comprometieron a ser la voz y el símbolo de la mujer manchega en todos los actos que les esperan en los próximos meses, especialmente en la emblemática fiesta de la Pandorga.
La celebración, celebrada en los jardines del Prado, fue mucho más que una simple ceremonia; fue un momento de unión y reconocimiento para una comunidad que valora profundamente sus tradiciones. Autoridades locales, familiares, amigos y miembros del tejido asociativo de la ciudad se dieron cita para acompañar a las protagonistas en una noche que quedará en la memoria de todos los asistentes.
El acto arrancó con la entrega de ramos de flores y continuó con emotivas palabras de la concejal de Festejos, Mar Sánchez, quien destacó la dedicación y compromiso de Virginia Zaldívar, María Mateo y Sofía Martín Portugués. Mar Sánchez aseguró que Virginia, en particular, ha sido un faro de alegría para Ciudad Real por su implicación y entrega, y que María Cieza, en su nuevo papel, no estará sola en este camino lleno de emociones.
Milagros Delgado, presidenta de la Asociación Cultural Dulcineas y Damas Manchegas, exhortó a las nuevas representantes a que vivieran esta experiencia con intensidad y que la guardaran en su memoria para siempre, pues con su papel ejercerán de auténticas embajadoras de la cultura y las tradiciones de la tierra manchega. Además, abrió las puertas de su asociación para ofrecerles apoyo y acompañamiento en esta nueva etapa.
Entre regalos, palabras y gestos de cariño, María Cieza expresó su gratitud a la Hermandad de Las Palmas por respaldar su candidatura, a sus padres por su apoyo incondicional, y dedicó un momento especial a su ciudad natal, Ciudad Real. En su discurso, hizo referencia a la Virgen del Prado y prometió trabajar para acercar las festividades a los más jóvenes y para que la Pandorga sea reconocida a nivel nacional como Fiesta de Interés Turístico.
La emoción se hizo aún más palpable cuando la Dulcinea 2025, en un acto de profunda humildad y compromiso, lanzó un mensaje de esperanza y continuidad, deseando que las niñas de hoy sueñen en grande y mantengan viva la tradición.
Por su parte, el alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, no pudo esconder su orgullo y felicitó a las jóvenes por su valentía. En sus palabras, resaltó el esfuerzo y la pasión de quienes han representado a la ciudad en el pasado y afirmó que María, Belén y María Elena marcarán un hito en la historia de las Dulcineas de Ciudad Real. El alcalde aseguró que estas jóvenes, con su amor por la ciudad, la vivencia de sus tradiciones y su humildad, representan “el corazón de nuestra tierra” y el futuro de unas fiestas que deben mantenerse vivas generación tras generación.
El acto, presentado por Gonzalo Barrera, presidente de la Asociación VivELA, concluyó con la participación del coro y la agrupación musical local, quienes acompañaron la velada con música en vivo y el himno de la Pandorga, cerrando así una noche memorable en la que la tradición, el compromiso y la juventud se fundieron para celebrar lo que significa ser manchega y ciudadrealeña.
Mientras las luces se apagaron, quedó patente el legado que estas jóvenes aceptan con entusiasmo, con la esperanza de que su labor contribuya a fortalecer las raíces culturales y a proyectar nuestras tradiciones con orgullo hacia el futuro. Porque en Ciudad Real, el alma de la fiesta late fuerte, y estas nuevas Dulcineas y Damas lo representan con dignidad y pasión.
