El reciente cierre de los supermercados RICAMAR en Santa Olalla, Carpio de Tajo y Los Navalucillos, junto con el del Centro Médico Diagnóstico en Talavera de la Reina, ha dejado a unas cuarenta personas en una situación de vulnerabilidad. Sin una carta de despido, estos trabajadores se encuentran imposibilitados para solicitar la prestación por desempleo. A esto se suma el hecho de no haber recibido los salarios correspondientes.
La falta de documentación oficial impide a los afectados acceder a las ayudas económicas necesarias para enfrentar esta transición forzosa. Esta situación se ha convertido en un punto de preocupación para las comunidades locales, que observan cómo la incertidumbre laboral afecta a quienes dependían de estos empleos.
El cierre de RICAMAR y del centro médico ha dejado interrogantes sobre la estabilidad económica de la región, donde muchos trabajadores locales ahora se ven atrapados entre el desempleo y la imposibilidad de acceder a derechos básicos. La búsqueda de soluciones legales por parte de los empleados afectados será crucial para determinar las siguientes etapas en este proceso.
Fuente: CCOO Castilla-La Mancha