A medida que el termómetro se eleva, aumentan los riesgos para la población trabajadora, un hecho que ha llevado a Comisiones Obreras (CCOO) a enfatizar la necesidad de que las empresas incorporen el estrés térmico dentro de sus estrategias de prevención de riesgos laborales. En una rueda de prensa celebrada en Toledo, Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO, y Raquel Payo, secretaria de Diálogo Social, Institucional y Salud Laboral de CCOO Castilla-La Mancha, han urgido a tomar medidas específicas en enfrentar las olas de calor.
Desde la organización sindical se hace hincapié en la importancia de la aplicación de la normativa vigente en materia de salud laboral, considerando la alta incidencia de problemas graves relacionados con el fuego térmico, incluyendo casos de agotamiento, deshidratación y calambres, así como el riesgo de sufrir golpes de calor, que pueden llegar a ser mortales. «La mortalidad en caso de golpe de calor supera el 70% y el año pasado se identificaron 14 accidentes laborales mortales con golpes de calor en el país», advirtió Sanz. Se destaca que España, como el segundo país del mundo con más olas de calor, ve incrementada la probabilidad de accidentes laborales relacionados con las altas temperaturas.
Durante más de 30 años, CCOO ha estado trabajando en la prevención del calor en el ámbito laboral. Ahora insiste en la necesidad de que las empresas desarrollen y apliquen planes de acción, en los cuales se evalúen y se corrijan los riesgos, se modifiquen las condiciones de trabajo susceptibles de mejora y se lleve a cabo una efectiva labor informativa y formativa. En este ámbito, también se subraya la relevancia de utilizar equipos de protección personal más adecuados, ligeros y prendas frescas, teniendo especial consideración con las personas más vulnerables.
Los detalles provienen de algunas de las conclusiones del proyecto europeo Adapheat, liderado por la Fundación 1º de Mayo de CCOO, que analizó las políticas públicas sobre salud y seguridad en el trabajo y las experiencias en diálogo social y negociación colectiva en cinco países europeos y la UE. La investigación sugiere que la legislación española aún es deficiente en términos de protección de los trabajadores frente al incremento de las temperaturas.
El proyecto europeo propone, entre sus recomendaciones, la adaptación de los sistemas de alerta de olas de calor a la realidad de los lugares de trabajo, el desarrollo de protocolos de acción precisa y monitorización continua del calor y las condiciones ambientales, además de fortalecer cláusulas de salud y seguridad en los convenios colectivos.
A pesar de la existencia de normativas, Raquel Payo lamentó la percepción generalizada de que la exposición al calor en el trabajo es un peligro natural y, por tanto, no considerada parte integral de la prevención de riesgos laborales. Desde CCOO, se insta a las empresas a implementar estrategias preventivas, evaluando aquellos puestos con riesgo de exposición a calor extremo y planificando el trabajo para limitar dicha exposición, proporcionando medidas como áreas de sombra y ciclos frecuentes de trabajo y descanso.
Además, CCOO Castilla-La Mancha ha lanzado una nueva iniciativa de sensibilización sobre los peligros de trabajar en temperaturas elevadas, dirigidos en particular a quienes realizan su labor al aire libre, sin olvidar a quienes trabajan en interiores. Esta campaña será difundida a través del sitio web de CCOO y sus redes sociales, y hace un llamamiento a los trabajadores afectados para que denuncien cualquier situación de estrés térmico ante el sindicato.
