La reciente clausura de la oficina de atención e información de la Seguridad Social en Almansa ha generado preocupación entre los residentes locales. Esta oficina era esencial para la gestión de servicios clave como pensiones, incapacidad temporal e ingreso mínimo vital, no solo para los 26.000 habitantes de Almansa, sino también para las comunidades vecinas, incluyendo Caudete, Bonete, Alpera, Montealegre y Corralrubio. La centralización de estas atenciones en localidades más grandes obliga a los ciudadanos a trasladarse, lo que podría traducirse en un acceso más limitado a servicios básicos para quienes residen en áreas rurales. La medida refleja un fenómeno más amplio, donde muchas oficinas de servicios esenciales en entornos rurales se están cerrando, con el fin de optimizar recursos. Sin embargo, estas decisiones a menudo ignoran las necesidades específicas de las poblaciones menos urbanizadas, que ven cómo aumenta su dependencia de las ciudades cercanas para trámites que anteriormente se realizaban localmente.
Fuente: CCOO Castilla-La Mancha

















