En un enfrentamiento marcado por la intensidad y la estrategia, Cataluña logró imponerse por la mínima frente a Castilla La Mancha en la final. El partido, que destacó por su equilibrio y la solidez defensiva de ambos equipos, se decidió por un único error defensivo de las castellano-manchegas. Esta situación permitió a la selección catalana marcar el gol que a la postre sería decisivo para su victoria. El encuentro había generado grandes expectativas y ambas selecciones llegaron a esta instancia tras mostrar un fútbol de alto nivel durante todo el torneo.
El camino hacia la final no fue fácil para ninguno de los dos equipos. Cataluña y Castilla La Mancha demostraron ser las selecciones más destacadas del torneo, eliminando a sus rivales con autoridad en las fases previas. La final era el escenario perfecto para culminar sus esfuerzos, y aunque el gol llegó a través de un desafortunado error, el desempeño general de ambos equipos estuvo a la altura de las expectativas. La afición, presente en gran número, pudo disfrutar de un encuentro intenso, donde la pasión y el compromiso de las jugadoras fueron el denominador común.
A pesar de la derrota, el papel de Castilla La Mancha en la competición ha sido excepcional, y el único gol en contra no empaña su brillante trayectoria hasta la final. Por su parte, Cataluña celebra un triunfo merecido que recompensa la dedicación y el trabajo de un equipo que ha mostrado consistencia y calidad a lo largo del torneo. Este enfrentamiento será recordado no solo por el resultado, sino por el espíritu de competición y el alto nivel de juego demostrado por ambas selecciones, marcando un hito en el fútbol sala femenino.