El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dejado entrever su intención de pasar el testigo de la Presidencia de la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV) durante la XXX sesión plenaria celebrada en la ciudad rumana de Iasi. García-Page ha manifestado que ha llegado la hora de impulsar un cambio en la dirección de la organización. Ha comunicado que ya ha mantenido conversaciones con presidentes de diferentes regiones de Alemania y Francia para asumir el liderazgo y abrir camino a una «nueva energía».
En un tono de crecimiento, el dirigente autonómico recalcó la crucialidad de buscar un balance entre sustentabilidad económica y ambiental para encarar tiempos venideros que traerán desafíos y posibles cambios en la política agraria.
Desde que García-Page tomó el mando de la AREV en 2017, el ejecutivo de Castilla-La Mancha ha listado una serie de logros notables, tales como la reestructuración de la entidad, la estabilización financiera y el importante traslado de la oficina a Bruselas, núcleo de las decisiones legislativas europeas. Julián Martínez Lizán, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, enfatizó la seriedad con la que se han abordado asuntos que revisten gran importancia para los países productores de viñedo.
Durante la reunión del Consejo Europeo Profesional del Vino (CEPV) asistida por líderes de ocho países participantes, se han tratado temas protagonistas de la esfera vitivinícola. Se destacó la aceptación por parte del Comisario de Agricultura de la propuesta de la AREV y otras entidades vitivinícolas de formar un Grupo de Alto Nivel dirigido a revisar el futuro de la viticultura en el marco de la futura reforma de la Política Agraria Común (PAC).
Se abordaron también aspectos más técnicos como el Estudio Parsada, que afronta la problemática sobre la retirada de productos fitosanitarios, y la posible reactivación de una prohibición del uso de sanitarios en un 50% prevista para el 2030, propuesta que actualmente está fuera de debate, pero sobre la cual la AREV quiere mantener una postura resolutiva.
El consejero también mencionó iniciativas relacionadas con la regulación del fosfonato de potasio para la agricultura ecológica, así como la importancia de valorar el viñedo, no sólo desde un enfoque económico y medioambiental, sino también cultural. Además, se exploraron innovaciones en la industria, como técnicas genómicas para el desarrollo de variedades resistentes y sostenibles, y la aplicación de la agricultura inteligente específicamente en el sector vitivinícola.
