En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la comunidad de Castilla-La Mancha ha tomado las calles en un clamor colectivo contra la violencia de género. Este año, la trágica cifra de 52 mujeres asesinadas se ha convertido en un crudo telón de fondo para las manifestaciones que han tenido lugar en distintos puntos de la región.
Las convocatorias hechas por organizaciones de mujeres y colectivos feministas han resultado en dos manifestaciones paralelas en Toledo. Por una parte, el Consejo Local de la Mujer ha contado con el apoyo del equipo de Gobierno PP y Vox y ha visto la participación de figuras políticas como el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez; la concejal Marisol Illescas; y Carolina Agudo, secretaria general del PP en Castilla-La Mancha. Esta manifestación, que arrancó a las 11.00 horas desde la Vega hasta Zocodover, ha contado con la presencia de unas 50 personas y ha culminado con la lectura de un manifiesto en el que se subraya el compromiso político y social contra cualquier forma de violencia ejercida contra las mujeres.
Sin embargo, Marisol Illescas ha expresado su pesar por la división palpable entre los ciudadanos en un día tan simbólico, atribuyendo esta fractura a la exalcaldesa Milagros Tolón, a quien ha instado a pedir «perdón». Illescas ha enfatizado la importancia de la unidad en la lucha contra la violencia de género. Los actos del 25N han continuado más tarde con la presentación de un libro de Espido Freire.
Por otro lado, la manifestación organizada por la Plataforma 8M, la cual tuvo un mayor aforo con alrededor de 600 asistentes, ha partido una hora después desde el mismo punto. Dicha plataforma ha contado con el respaldo de representantes de PSOE e Izquierda Unida-Podemos, como Esther Padilla, portavoz del Gobierno regional; Milagros Tolón, exalcaldesa y diputada nacional; y Juan Ramón Crespo, coordinador regional de IU. Esta manifestación se ha caracterizado por consignas potentes y la presencia de tarjetas rojas simbolizando el rechazo al patriarcado.
Ana Miranda Calvo, de la Plataforma 8M, ha expresado su deseo de luchar por las mujeres presentes, ausentes y en peligro, y ha resaltado el desafío que representa la creciente negación de la violencia de género. Esther Padilla, ha criticado la postura del PP y la ausencia de su líder regional en actos significativos, mientras que Milagros Tolón ha rememorado su constante presencia en manifestaciones anteriores y ha lamentado el cambio de rumbo que implica la influencia de la extrema derecha que niega la existencia de la violencia machista.
En definitiva, el 25 de noviembre ha sido una jornada cargada de emociones, reivindicaciones y una clara división política en Castilla-La Mancha, reafirmando el compromiso de partes de la sociedad con la lucha contra la violencia machista y la necesidad de unidad frente a tal problemática.