Castilla-La Mancha se encuentra por debajo de la media nacional en el cupo de tarjetas sanitarias que atienden los profesionales de Atención Primaria con 1.347 tarjetas sanitarias.
Así lo ha estacado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, tras la firma del protocolo para la construcción de un nuevo centro de salud en Cabanillas del campo, donde ha acompañado al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Fernández Sanz ha explicado que la Atención Primaria se ha convertido en el nudo gordiano de la atención sanitaria en estos momentos con más de 24 millones de consultas anuales, habiendo atendido en 2020 un 4 por ciento más que en 2019.
“El 21 por ciento de las personas que atendemos en Atención Primaria son pacientes crónicos”, ha señalado Fernández Sanz, recordando que, sin la apuesta de ejecutivo regional por las nuevas infraestructuras y las contrataciones de profesionales, esto no sería posible.
En ese sentido, ha destacado que, a finales de 2021, ningún cupo ya sea de Medicina de Familia, de Enfermería o Pediatría tendrá más de 2.000 tarjetas sanitarias, respondiendo al compromiso adquirido por el presidente Emiliano García-Page en el último Debate sobre el Estado de la Región.
Próximos ya a las citas tradicionales navideñas, Fernández Sanz ha realizado un llamamiento a la responsabilidad de la ciudadanía, ahora que estamos en unos momentos en que se está consiguiendo controlar razonablemente en número de casos y hospitalizaciones.
Además, ha recalcado el protagonismo de la provincia de Guadalajara en la trazabilidad de casos, siendo la provincia líder con un 80 por ciento en el control y seguimiento de casos a mediados de noviembre, estando Castilla-La Mancha entre las tres primeras comunidades en trazabilidad y seguimiento de casos COVID-19, con un 70 por ciento de casos.
La trazabilidad permite seguir la pista epidemiológica de los casos que se van conociendo, investigar los posibles contactos y la cadena y nexo epidemiológico y así cortar la cadena de transmisión.