El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado datos alarmantes que muestran un aumento continuado en el número de mujeres víctimas de violencia de género en España. Desde 2014, con la excepción del año 2020 marcado por la pandemia del coronavirus, las cifras han venido en ascenso, alcanzando las 36.582 mujeres afectadas en 2023.
Este dato representa un incremento del 12,1% respecto al año 2022, cuando se registraron 32.644 mujeres víctimas. Este aumento es la mayor cifra desde el comienzo de la serie estadística en 2011. En términos específicos en la región de Castilla-La Mancha, la tasa se situó en 2,1 víctimas por cada 1.000 mujeres de 14 años o más.
La franja de edad más afectada es la de 30 a 44 años, que constituye cerca del 47,8% del total de las mujeres víctimas. Paralelamente, los hombres denunciados en el mismo rango de edad representan un 48,4%, con un total de 36.434 denuncias, lo que supone un aumento del 9,7% con respecto al año anterior.
La mayoría de las mujeres víctimas tenían una relación con los hombres denunciados; el 42,2% eran pareja o expareja de hecho, mientras que un 34,7% eran novias o exnovias. El 22,1% de los casos correspondía a cónyuges o excónyuges y el 1% se encontraba en proceso de separación.
La violencia de género también afecta a menores: en 2023 se registraron 1.816 casos de niños víctimas, con un aumento del 32%. Respecto a las medidas cautelares, en 2023 se contabilizaron 109.383, un 12,1% más que en el año previo, de las cuales el 74,4% fueron de carácter penal.
Además, la violencia doméstica también muestra incrementos preocupantes. Se registraron 9.126 víctimas en asuntos de violencia doméstica con medidas cautelares o de protección, con un 12% más que el año anterior, siendo el 61,1% mujeres y el 38,9% hombres.
Respecto a las sentencias firmes, en 2023 se emitieron fallos contra 37.161 condenados por violencia de género, lo que significa un aumento del 2,8%, y contra 8.687 personas por violencia doméstica, un 23,7% más que en el año anterior.
Los datos expuestos sitúan a 2023 como un año en el que la violencia de género y doméstica ha marcado un aumento significativo, dejando en evidencia la necesidad de tomar medidas efectivas y persistentes para combatir esta problemática social.
