Durante el pasado fin de semana, las carreteras de Castilla-La Mancha fueron escenario de 15 accidentes de tráfico que resultaron en un balance de 17 personas heridas, de las cuales 14 sufrieron lesiones de carácter leve y 3 de carácter grave. Estas cifras provienen directamente de los datos aportados por la Delegación del Gobierno de la región.
Desglosando la información por provincias, Albacete registró dos accidentes que dejaron a dos personas con heridas leves. En la provincia de Ciudad Real hubo un accidente, también con dos heridos leves. En cuanto a Cuenca, se contabilizaron tres siniestros, con dos heridos graves y uno leve como resultado. La provincia de Guadalajara sufrió dos siniestros, que llevaron a un herido grave y uno leve. Finalmente, en Toledo se produjeron un total de siete accidentes, en los que ocho personas resultaron heridas de manera leve.
En paralelo a los siniestros de tráfico, las autoridades llevaron a cabo una serie de controles de alcoholemia en toda la región. Según los datos reportados, se realizaron 7.692 pruebas de alcoholemia.
Del total de pruebas, 85 resultaron positivas. Dando especial atención a los jóvenes conductores, se reveló que 15 de las pruebas positivas correspondieron a individuos menores de 25 años.
Examinando los datos por provincias, en Albacete se practicaron 1.303 pruebas de alcoholemia, de las cuales 17 fueron positivas, destacando que ninguna de estas correspondió a menores de 25 años. Ciudad Real tuvo un número cercano, con 1.264 pruebas y 19 de ellas positivas, ninguna en personas de menos de 25 años.
Por su parte, Cuenca registró 310 pruebas, con 5 resultados positivos, de los cuales uno tuvo lugar en un menor de 25 años. Guadalajara realizó 1.808 pruebas, obteniendo 24 positivos, y de esos casos, tres se dieron en menores de 25 años. La provincia de Toledo llevó a cabo 3.007 pruebas, con 20 positivas, resaltando que 11 de them se detectaron en menores de 25 años.
Este conjunto de cifras proporciona una perspectiva sobre la situación de la seguridad vial y los aspectos que requieren atención para la mejora en el comportamiento al volante y la reducción de accidentes en las carreteras de Castilla-La Mancha. Las autoridades podrían emplear esta información para enfocar sus esfuerzos en la prevención de incidentes y la concienciación sobre los peligros de conducir bajo la influencia del alcohol, sobre todo, entre la población más joven.